La Unión Cívica Radical (UCR) de Santa Cruz se encuentra en una encrucijada política de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre de 2025. La suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) mediante la Acordada N.º 37/2025 de la Cámara Nacional Electoral ha obligado a los partidos a definir sus candidaturas conforme a sus propias normativas internas.
En este contexto, un grupo significativo de dirigentes y afiliados radicales ha solicitado formalmente al presidente del partido, Daniel Roquel, y a la presidenta de la Junta Electoral Provincial, Alejandra Vivar, la convocatoria a elecciones internas para seleccionar al candidato a diputado nacional. Los firmantes, provenientes de diversas localidades como Río Turbio, Caleta Olivia y El Calafate, entre otras, enfatizan la necesidad de un proceso transparente y democrático que respete la participación de todos los afiliados.
Sin embargo, las tensiones internas no se hacen esperar. Algunos sectores dentro del partido temen que la conducción partidaria intente imponer candidatos sin consulta a la militancia, lo que consideran una violación a los principios democráticos del radicalismo. Estas preocupaciones se ven reflejadas en declaraciones de figuras como Samir Zeidán, ex candidato a gobernador, quien ha criticado abiertamente la posibilidad de decisiones unilaterales en la selección de candidatos.
Además, el debate sobre la estrategia electoral se intensifica. El espacio “Radicales por Santa Cruz”, liderado por el vicegobernador Fabián Leguizamón, ha solicitado la convocatoria urgente a una Convención Provincial para definir si la UCR integrará el frente electoral “Por Santa Cruz” o competirá de manera independiente.
La situación actual de la UCR en Santa Cruz refleja un momento crucial para el partido. La decisión de cómo seleccionar a sus candidatos y con quién aliarse en las próximas elecciones no solo determinará su desempeño electoral, sino también su compromiso con los valores democráticos que históricamente ha defendido.
La demanda de elecciones internas transparentes y participativas es un llamado a la coherencia institucional y al respeto por la voluntad de la militancia. Ignorar estas voces podría profundizar las divisiones internas y debilitar la posición del partido en el escenario político provincial.