17 junio, 2025 3:49 pm

EL GRITO SILENCIADO DE MILLARAY: ABUSO, SUICIDIO Y UNA JUSTICIA QUE LLEGA TARDE

La historia de Millaray Cattani, una adolescente de 15 años que se quitó la vida tras ser víctima de abuso sexual, expone las falencias en la protección de niñas y adolescentes en Argentina. A cuatro años de su muerte, el juicio al presunto abusador se convierte en un símbolo de lucha contra la impunidad y en un llamado urgente a reforzar las políticas de prevención y acompañamiento.

Una tragedia que sacudió a Puerto Deseado

La madrugada del 14 de abril de 2021, la familia Cattani encontró sin vida a Millaray en su habitación, en Puerto Deseado, Santa Cruz. Tenía apenas 15 años. El dolor se profundizó cuando, al revisar su diario íntimo, descubrieron que había sido víctima de abuso sexual a los 13 años. En sus escritos, la adolescente expresaba el tormento que la acompañó en silencio: “Intento no pensar en él, pero no puedo. Me duele tanto lo que me hizo” .

Los testimonios de amigos y las evidencias encontradas en sus pertenencias señalaron a un joven identificado como G.E.D., quien tenía 18 años al momento del presunto abuso. El juicio oral contra él comenzará el 25 de junio en la Cámara Criminal de Caleta Olivia .

Una problemática que exige atención urgente

El caso de Millaray no es aislado. Según datos del Ministerio de Salud de Argentina, entre abril de 2023 y abril de 2025 se registraron más de 15.800 intentos de suicidio, con 906 muertes. Las tasas más altas se dan en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años, con un marcado predominio en mujeres .

Un informe de UNICEF destaca que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes de 10 a 19 años en el país, y que los casos se triplicaron en los últimos 30 años .

La respuesta de la comunidad y el camino hacia la justicia

A días del inicio del juicio, la comunidad de Puerto Deseado organizó una velada silenciosa en memoria de Millaray y en pedido de justicia. Familiares, amigos y vecinos se reunieron para honrar su memoria y exigir que casos como el suyo no queden impunes .

La familia Cattani espera que el proceso judicial no solo brinde justicia para Millaray, sino que también sirva para visibilizar la necesidad de políticas públicas efectivas en la prevención del abuso sexual infantil y el suicidio adolescente.

La historia de Millaray es un llamado a la acción. Es imperativo que como sociedad reforcemos los mecanismos de prevención, detección y acompañamiento para que ninguna niña o adolescente tenga que enfrentar en soledad el dolor del abuso y la desesperanza.

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