Daniel Peralta, exgobernador de Santa Cruz, confirmó oficialmente su ruptura con el bloque Unión por la Patria en la Legislatura provincial y lanzó fuertes críticas hacia el funcionamiento interno del partido. La oficialización de su bloque unipersonal Santa Cruz Somos Todos, sumado a su incorporación a las comisiones legislativas, marca un nuevo capítulo en la interna del peronismo santacruceño y refuerza la idea de que un largo ciclo político podría estar llegando a su fin.
“La decisión estaba tomada desde hace tiempo. No puedo acompañar un modelo donde las decisiones se toman entre pocos y sin debate interno. Las bases no son escuchadas, todo se define en acuerdos de escritorio. Así no se construye el peronismo que viene”, expresó Peralta, en referencia directa a la actual conducción del partido en la provincia.
Peralta, quien ya había reclamado la apertura de internas partidarias y una discusión amplia dentro del peronismo, apuntó contra los sectores que mantienen el control: “Cuando se niega la posibilidad de debatir, se está vaciando de contenido al partido. No vine a ser un espectador mudo de un proceso que se decide entre cuatro paredes”.
Su alejamiento del kirchnerismo provincial se produce en un contexto de creciente desgaste del liderazgo nacional de Cristina Fernández de Kirchner, tras la reciente confirmación de su condena en la causa Vialidad. En ese marco, Peralta busca posicionarse como una referencia peronista con autonomía, apelando a su experiencia como exmandatario y como parte de la historia política de Santa Cruz.
“No se puede seguir sosteniendo un esquema que ya demostró sus límites. Vienen tiempos distintos, y hay que animarse a construir un peronismo abierto, participativo y con vocación de mayoría”, subrayó.
Con esta jugada, Peralta queda como una voz crítica dentro del justicialismo provincial, en un escenario cada vez más incierto para el modelo de poder que dominó Santa Cruz durante las últimas décadas.
