Luego de los durísimos dichos sobre Florencia Kirchner en un congreso de comunicación política, la Universidad Católica Argentina emitió un comunicado crítico al discurso y al clima que se genera en la arena pública.
Un exabrupto con consecuencias
Durante el XVII Congreso Internacional de Comunicación Política, organizado por ASACOP en la UCA, el diputado José Luis Espert arremetió contra Florencia Kirchner con la frase: “¿Cómo no vas a estar amargada si sos hija de una gran puta?”, lo que desató abucheos en el auditorio y obligó a su retiro anticipado.
Lejos de moderar su tono, Espert redobló la apuesta con ironía: “¿No gustó eso?”, según consignan varios asistentes.
La UCA levanta la voz
En un comunicado oficial, la Pontificia Universidad Católica Argentina aclaró que no organizó el evento, pero repudió “las expresiones agraviantes” del legislador . Firmado por Ignacio Tomé, director de Relaciones Institucionales, el mensaje subraya la necesidad de reflexión y cita al arzobispo Jorge García Cuerva: “Venimos a pedirle a Dios que nuestra Argentina se cure y viva… se está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto”.
Contexto político y cultural
El episodio se enmarca en un escenario donde el discurso público se polariza con discursos agresivos. La reacción de la UCA como institución educativa de corte católico-jerárquico resuena como un llamado a recuperar la civilidad y el respeto en la discusión política.
Especialistas en comunicación coinciden en que el uso de lenguaje ofensivo no solo desvirtúa el debate, sino que debilita la percepción del escenario político como un espacio de ideas más que de agravio personal.
Voces en el auditorio
Abucheos, rechazos y apelativos como “tomátela” y “gorila” expuestos por el público reflejan una reacción colectiva que rechazó el agravio público de manera espontánea.
La condena de la UCA a los dichos de Espert va más allá de un gesto simbólico: representa el posicionamiento de una institución académica ante la degradación del lenguaje en la política. La exigencia de “reflexión” persigue reactivar los valores de tolerancia y fraternidad citados por la institución. El reto ahora es si este llamado será escuchado por actores políticos que, en tiempos de campaña, suelen privilegiar la agresividad sobre el debate serio y constructivo.