La diputada Fabiola Loreiro presentó un proyecto que prohíbe manifestaciones sonoras en un radio de 200 m alrededor de los colegios durante el horario escolar. Defiende que no atenta contra la protesta, sino que busca proteger el derecho al estudio.
Un proyecto para “poner orden”
La legisladora oficialista Fabiola Loreiro presentó esta semana su iniciativa para crear la “Ley de Protección del Entorno Escolar y del Derecho a la Educación sin Interferencias”, que establece una zona de 200 metros desde el perímetro de cada escuela donde se prohíban manifestaciones con bombos, megáfonos o gritos mientras las clases estén en curso. Según Loreiro, no se restringe el derecho a protestar, sino que “se pone un límite a manifestaciones ruidosas durante las clases”.
Voces a favor y en contra
Loreiro aclaró en redes que “no toca el derecho a reclamar, solo protege que los chicos estudien en paz”. Su defensa apunta a evitar “violencia contra la educación” que supuestamente generan los ruidos excesivos.
Por su parte, sindicatos como ATE Santa Cruz criticaron duramente el proyecto. Lo califican como una prohibición encubierta a las protestas y advierten que avala la intervención de fuerzas de seguridad en zonas escolares.
Análisis político y social
Contexto de protestas: En los últimos años, bombos y megáfonos se convirtieron en símbolos de reclamos docentes y sociales frente a las escuelas. La iniciativa apunta directamente a acotar ese ritual de protesta.
Balance entre derechos: El debate se centra entre el derecho a la educación y el derecho a la protesta. Loreiro insiste en que es “ordenar, no prohibir”, mientras críticos señalan que cualquier limitación de espacios públicos cercanos a colegios implicaría censura indirecta.
Seguridad y control: El proyecto permitiría que autoridades escolares y fuerzas públicas hagan cumplir la norma, lo que genera preocupación por una posible escalada de sanciones contra manifestantes.
Detalles legislativos
El proyecto, firmado por Loreiro junto a Santiago Aberastain, José Luis Quiroga y Cristian Ojeda, está actualmente en comisión para análisis y debate. La discusión apunta a precisar excepciones, cómo aplicar sanciones y qué papel tendrá la policía o el personal de seguridad.
Comparativa internacional
Leyes similares existen en países europeos donde se regulan los niveles de ruido en zonas escolares, pero generalmente prohíben solo sonidos persistentes o disruptivos, no manifestaciones como tal. Esto sugiere que la versión final podría ajustarse para dejar en claro qué tipos de reclamos quedan afectados y cuáles no.
El proyecto de Loreiro apuesta a garantizar aulas libres de interrupciones sonoras. Sus defensores destacan el derecho al estudio; sus críticos, el riesgo de una nueva limitación al derecho a protestar, con posibilidad de represión. La pulseada legislativa abrirá un debate sobre hasta dónde el Estado puede resguardar el entorno educativo sin coartar los reclamos ciudadanos.
