El estancamiento del riesgo país entre 650 y 700 puntos obedece a la escasez de divisas en el Banco Central, que pese a haber recibido fondos del FMI, ve cómo siguen saliendo dólares del circuito económico.
Un “dique” que no cede
Desde hace más de seis semanas, el riesgo país argentino se mantiene en el rango de 650–700 puntos básicos, según Aurum Valores . El consenso del mercado es que solo una verdadera acumulación de dólares podría señalar una corrección genuina del indicador.
El déficit de reservas, clave del estancamiento
Aunque en abril ingresaron 12.000 millones de dólares del FMI elevando las reservas brutas a casi 39.000 millones, en el mismo mes se registró una salida neta de divisas por 636 millones . En los últimos once meses, el flujo negativo total alcanzó los 12.300 millones, frenando la capacidad del BCRA para revertir su posición.
Estrategias oficiales y resultados mixtos
Para contrarrestar el drenaje, el gobierno de Milei tomó deuda por 1.000 millones con el bono “Bonte 2030” y extendió operaciones de repo por 2.000 millones con bancos internacionales. Sin embargo, los analistas advierten que estas medidas, sin control de fuga de dólares ni compras activas, no bastan para reducir el riesgo país.
Tres factores que explican la retención del riesgo
Según Fausto Spotorno (OJF & Asociados), el nivel del spread responde a tres grandes razones:
- Reservas estancadas, sin compras oficiales de divisas.
- Incógnitas en torno a las elecciones legislativas de octubre.
- Contexto global adverso, que limita el apetito por activos riesgosos.
¿Qué opinan los mercados?
Desde Infobae indican que “la falta de compra de divisas del BCRA” está frenando cualquier mejora significativa.
Un informe de Balanz advierte que solo romper el umbral de 650 puntos permitiría a los bonos argentinos recuperar atractivo y aspirar a niveles de 500 pb, clave para volver al mercado voluntario.
El impacto político y financiero
El stock de reservas define tanto la estabilidad cambiaria como la capacidad de acceso externo para refinanciar deuda. Sin reservas frescas, las provincias deben usar recursos propios o recurrir al mercado interno, lo que presiona aún más al tipo de cambio y a la persistencia del riesgo.
Además, el próximo hito crítico llega antes del 13 de junio, fecha en la que el FMI evaluará el cumplimiento de la meta de +4.400 millones en reservas.
El principal obstáculo para una disminución sostenida del riesgo país no es la política fiscal ni la inflación, sino la falta de reservas netas. Aunque el oficialismo ha lanzado instrumentos financieros y bonos en dólares, no logra revertir el drenaje histórico de divisas. Mientras el indicador se mantenga “anclado” en torno a los 650–700 puntos, Argentina verá limitada su capacidad de volver a los mercados voluntarios de deuda, sigue condicionada por la coyuntura electoral global y local, y continuará vulnerable a shocks externos.