Teherán advierte además suspender negociaciones nucleares con EE.UU., en medio de una escalada bélica que sacude Oriente Medio
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, aseguró este sábado que cualquier ataque adicional de Israel será enfrentado con una “respuesta más severa y contundente” y anunció además la suspensión de las conversaciones nucleares con Estados Unidos, en directa alusión a las ofensivas aéreas israelíes sobre territorio iraní . Las tensiones han crecido exponencialmente desde el último viernes, cuando Israel lanzó la operación “Rising Lion”, golpeando instalaciones nucleares, militares, y eliminando a altos mandos de la Guardia Revolucionaria.
La ofensiva, calificada por Irán como “declaración de guerra”, incluyó bombardeos a más de 100 sitios estratégicos —entre ellos la planta de Natanz y la refinería de Sharan en Teherán— y causó decenas de víctimas civiles e infraestructuras dañadas . En represalia, entre el sábado y la madrugada del domingo, Irán lanzó más de 150 misiles balísticos y drones hacia ciudades israelíes como Tel Aviv y Jerusalén, provocando al menos 13 muertos y 380 heridos.
A su vez, un alto mando militar iraní señaló que su país responderá con una “respuesta devastadora” si Israel mantiene sus ataques . En tanto, EE.UU. —según el primer mandatario Donald Trump— advirtió que “la fuerza total” de sus Fuerzas Armadas caerá sobre Irán si se ataca territorio americano, confirmando su apoyo a Israel en la defensa antimisiles.
En Israel, el gobierno amplió el estado de emergencia hasta el 30 de junio y ordenó reforzar la seguridad, incluido el cierre de la Ciudad Vieja de Jerusalén ante el riesgo de atentados terroristas atribuibles a facciones afines a Irán . Mientras tanto, el premier Netanyahu declaró que la operación se mantendrá “durante los días que sean necesarios” para neutralizar la amenaza iraní.
¿HACIA DÓNDE VA ESTA ESCALADA?
Este duelo militar directo marca un punto de inflexión en la dinámica de poder en Oriente Medio: Israel ha pasado de operaciones selectivas en terceros países a ofensivas masivas dentro del territorio iraní, combinando capacidades de espionaje (Mossad), drones y fuerza aérea . La respuesta balística iraní, aunque significativa, pudo ser contenida en parte por sistemas antimisiles asistidos por Estados Unidos .
La ruptura de las negociaciones nucleares entre Teherán y Washington mina aún más la vía diplomática abierta en los últimos meses, mientras calienta los precios del petróleo y agudiza la preocupación global por un conflicto regional extendido . Expertos como Haizam Amirah Fernández describen la actual estrategia israelí y norteamericana como una presión máxima para forzar una rendición iraní, lo cual podría profundizar el singularismo de Irán y su impulso atómico.
En caso de continuar esta escalada, los riesgos son múltiples: involucramiento de potencias extranjeras, ataques a intereses estadounidenses o europeos, y la participación activa de movimientos subsidiarios como Hezbollah o los hutíes, que ya han efectuado disparos coordinados.
El actual enfrentamiento entre Israel e Irán reconfigura las reglas del conflicto mediooriental. No se trata ya de choques indirectos ni acciones encubiertas: ambos actores han optado por una confrontación abierta que redefine la relación entre amenaza disuasiva y agresión efectiva.
Para la comunidad internacional, este nuevo escenario exige una respuesta decidida: impedir un conflicto descontrolado, salvar el hilo de las negociaciones nucleares y establecer canales diplomáticos que incluyan a Estados Unidos, Israel, Irán y actores regionales. Ignorar este momento crítico equivale a resignar la estabilidad de una región esencial para la economía global y la seguridad internacional.