Con aumentos en la producción, consumo y márgenes para el productor, la cadena láctea inicia un nuevo ciclo de expansión y confianza en medio de mejores condiciones internas e internacionales.
En los primeros cuatro meses de 2025, el sector lácteo argentino mostró signos sólidos de recuperación, con la producción y elaboración de lácteos en claro ascenso, luego de atravesar una etapa adversa por sequías y ajustes macroeconómicos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), la producción nacional de leche alcanzó casi 3.300 millones de litros, un incremento del 11 % respecto al mismo período de 2024, ubicándose además en línea con el promedio de los últimos cinco años . A su vez, la elaboración de productos lácteos se expandió un 13 %, totalizando cerca de 389.700 toneladas durante el cuatrimestre .
Entre los principales rubros de crecimiento se destacan:
Yogures y leches fermentadas: +23 % (de 101.100 a 124.600 t)
Crema: +18 % (17.700 → 20.900 t)
Manteca: +14 % (8.400 → 9.500 t)
Dulce de leche: +11 % (33.500 t)
Queso: +7 % (149.200 t)
Leche en polvo: +4 % (51.900 t)
Claves del repunte
1. Relación insumo-producto más favorable
Un litro de leche actual puede comprarse, en promedio, 2,2 kg de maíz y 1,5 kg de soja, superando las referencias históricas (2 kg de maíz y 1 kg de soja). Se trata del mayor poder de compra para productores desde julio de 2019 .
2. Precio internacional alineado
El valor del litro de leche en dólares, estabilizado en torno a USD 0,40, supera el promedio histórico de USD 0,24 entre 2017 y 2024 . Esto se debe a una mejor combinación de precios domésticos e internos, apoyados por la estabilidad cambiaria.
3. Recuperación del consumo interno
Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el consumo per cápita anualizado subió de un mínimo de 155,8 l en mayo de 2024 a 194,1 l en abril de 2025, marcando un crecimiento del 20 % en 12 meses . Aunque aún por debajo del récord de 232 l en 1999, el avance es significativo.
4. Financiamiento a medida
En julio de 2024, el BICE lanzó una línea de créditos especiales en litros de leche, adaptando las cuotas de devolución a los productos del sector, lo que permite aliviar las restricciones de capital históricas.
Contexto del despegue
Luego de atravesar los efectos de una de las peores sequías de las últimas décadas y de un entorno macroeconómico complejo entre 2023 y parte de 2024, el sector comenzó a recomponerse desde mediados del año pasado. A ello se sumó la suspensión de retenciones en octubre de 2023 y su eliminación en agosto de 2024, promoviendo la competitividad exportadora. Asimismo, la estabilización de precios internacionales y el orden macroeconómico resultante favorecieron el ingreso de los productores.
Interpretación y desafíos
El repunte sostenido del sector lácteo no solo refleja un rebote técnico, sino también una mejora estructural en la relación precio-costos, clave para la sostenibilidad en el campo. El cambio en la cadena de valor, con márgenes más atractivos para el productor, favorece una mirada de largo plazo.
El avance del consumo interno es una señal alentadora que debería complementarse con políticas que fomenten distribución y transformación, evitando riesgos inflacionarios en los precios al consumidor.
Sin embargo, permanece la preocupación por eventuales shocks climáticos (la última gran sequía fue severa) y el contexto macroeconómico general, donde la inflación y la volatilidad del tipo de cambio pueden jugar en contra. El acceso a crédito ajustado por producto es un instrumento innovador, pero no sustituye la necesidad de una integración financiera mayor y sostenida para inversiones en tecnología y logística.
