Ritondo convoca a una mesa provincial y Karina Milei presiona con ultimátum por listas compartidas
Mañana comienza la cuenta regresiva: el 19 de julio vence el plazo para presentar las listas bonaerenses que competirán el 7 de septiembre. En ese marco, la negociación entre La Libertad Avanza (LLA) y Pro en distritos clave –Vicente López, Junín, 9 de Julio, Pergamino– ha entrado en fase de tensión extrema. Cristian Ritondo, al frente del armado provincial de Pro, convocó vía Zoom a la mesa provincial para el próximo lunes, con el objetivo apremiante de salvaguardar la gobernabilidad de los intendentes propios y desactivar el conflicto en ciernes.
En estos territorios, Macriistas puros presionan desde su trinchera mientras los emisarios libertarios liderados por Sebastián Pareja avanzan con pretensiones. Las disputas giran en torno a la conformación de candidaturas y el reparto de espacios en dichas listas. Hasta ahora han logrado avances sólo en distritos donde los intendentes se alinean con Ritondo –San Isidro, Pinamar, General Pueyrredón y Zárate–, pero allí donde el macrismo conserva núcleo duro –especialmente en Vicente López, con Soledad Martínez– la negociación roza el punto crítico.
Aumenta la presión: Karina Milei habría enviado un ultimátum a Ritondo, Montenegro y Santilli exigiendo una fórmula “violeta” sin fisuras en cada municipio . Las voces libertarias, en sintonía, reclaman avanzar “o vamos todos juntos o vamos separados”, en sintonía con el mensaje del Presidente: “trampas al electorado, no”.
La dinámica política reciente desnuda un quiebre mayor dentro del espacio no peronista. Milei busca apropiarse del liderazgo del centro-derecha, descafeinar al PRO y consolidar a La Libertad Avanza como fuerza central, tal como lo reflejan los análisis del Financial Times y El País, que destacan la estrategia del Presidente de eclipsar al PRO tras arrasar en la Ciudad en mayo —30% contra 16% del macrismo—.
Mientras tanto, Pro debate su supervivencia. El partido, nacido hace dos décadas, atraviesa su mayor crisis, con liderazgos divididos entre quienes desean el acuerdo –como Ritondo y Santilli– y quienes alertan contra ser fagocitados–como Jorge Macri, su primo, y Ramón Lanús.
Analistas políticos coinciden en que el desenlace de estas negociaciones —si fructifican en ententes o culminan en rupturas— definirá no solo las listas, sino el futuro del armado opositor en la provincia más poblada del país. El peronismo observa con atención: cualquier fractura entre amarillos y violetas sumaría puntos para el kirchnerismo en un trimestre electoral que promete ser caliente.
Análisis para entender
1. El efecto devastador de las urnas porteñas
En mayo, LLA obtuvo el 30 % en la Ciudad de Buenos Aires, mientras Pro cayó al 16 %, perdiendo así su bastión histórico por primera vez . Ese resultado no solo consolidó a Milei como referente central del no peronismo, sino que reforzó su estrategia de absorber cuadros y cooptar espacios en la provincia de Buenos Aires.
2. Presión institucional y ultimátum político
El ultimátum de Karina Milei a los referentes de Pro, junto con la exigencia de “acuerdo total” lanzada por el Presidente en enero (“O vamos juntos en todo o vamos separados”) , reaviva viejas tensiones y revela un choque de estilo: pragmatismo institucional frente a la lógica de armado estricta de los libertarios.
3. Escenarios posibles
Acuerdo integral: un frente común en la mayoría de distritos, equilibrando candidaturas”.
Acuerdo parcial: entendimientos selectivos, con excepciones en distritos críticos.
Ruptura definitiva: Milei anula acuerdos y compite con listas propias, sacudiendo la unidad opositora.
4. El riesgo del peronismo
Cualquier fisura en el armado PRO‑LLA podría beneficiar al Frente de Todos, que mantiene estructura territorial robusta. La proximidad del cierre de listas amplifica la urgencia y el margen para el diálogo se acorta.