29 julio, 2025 8:01 am

VILLARRUEL ENCABEZA ROSARIO EN UN DÍA DE LA BANDERA DIVIDIDO

La vicepresidenta asume el acto central en el Monumento, mientras Milei elige un escenario reservado en Palermo

A 205 años de la muerte de Manuel Belgrano, la ciudad que simboliza la identidad nacional se vio hoy en el centro de una escena inédita e históricamente cargada de valor simbólico político: dos figuras del oficialismo, Javier Milei y Victoria Villarruel, presidieron actos por separado en el Día de la Bandera, reflejo del distanciamiento profundo en su relación política.

La vicepresidenta contó con un lugar principal en el tradicional acto en el Monumento a la Bandera, rodeada por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente rosarino, Pablo Javkin. Inició la ceremonia a las 10 h con el izamiento y, a las 11.30 h, unos 8.000 alumnos de diez provincias realizaron la promesa a la enseña nacional . En paralelo, el parque se reconvirtió en un Festival Popular: música, ferias y emprendedores con entrada gratuita .

En cambio, el presidente Milei, quien el año pasado había estado en Rosario, prefirió no viajar y optó por un acto “sobrio” en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, junto a su gabinete . La Presidencia explicó que aducía “problemas de agenda”, sin detallar si hubo trasfondos políticos .

La ausencia de Milei en Rosario reavivó tensiones entre el Ejecutivo nacional y las autoridades provinciales santafesinas. La vicegobernadora Gisela Scaglia lamentó que el mandatario “no entienda el sentido de estos actos en determinados territorios” , mientras Javkin condenó a quienes intentan “ensuciar” la jornada y reivindicó la vigencia del llamado Plan Bandera .

Desde un entorno de Milei confirmaron que el vínculo con la vicepresidenta está “fracturado” y sin posibilidades de recomposición a corto plazo . El desaire ya se había hecho evidente en el Te Deum del 25 de mayo, cuando evitó saludarla frente a una audiencia pública .

En Rosario, el gesto de Villarruel de ocupar el lugar que dejaba Milei vistió el acto de señal política: “No hay otro lugar en Argentina para estar”, sostuvo, consciente del valor simbólico de su presencia . Sin discursos extensos, su paso fue institucional; el acto continuó en un tono festivo y federal, con un enfoque apuntalado a la escolaridad, la patria y la recuperación simbólica del sentido comunitario.

Este quiebre público ocurre a nueve días de la elección provincial en Santa Fe (29 de junio), escenario en el que el Gobierno nacional y el oficialismo provincial mantienen una relación tensa, especialmente por los recortes presupuestarios en obras de infraestructura vial . Milei, de forma deliberada, evitó exponer su figura en un territorio politizado, mientras Villarruel, por su parte, respaldó la conmemoración pública y oficial del Día de la Bandera.

Hoy, Rosario fue el termómetro de una interna visible: el símbolo patrio se tornó en bandera de una grieta que ya no es de retórica, sino de estrategias. La civilidad del acto y la promesa de 8.000 estudiantes fueron cubiertas por un halo político que trasciende el protocolo: un Presidente ausente, una Vicepresidenta presente y una tensión que promete seguir marcando la agenda nacional.

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