Durante su Ángelus dominical, el pontífice advirtió sobre una posible «vorágine irreparable» y llamó a líderes internacionales a asumir responsabilidad moral y privilegiar la diplomacia.
El papa León XIV lanzó este domingo un enérgico mensaje desde la ventana del Palacio Apostólico en la Plaza de San Pedro, tras los bombardeos estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes. El Sumo Pontífice condenó las acciones norteamericanas y urgió a detener la escalada bélica en Medio Oriente, advirtiendo que la humanidad enfrenta un peligro real: “una tragedia que puede convertirse en una vorágine irreparable”.
Con voz solemne, el pontífice insistió: “Cada miembro de la comunidad internacional tiene una responsabilidad moral: detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable” . El papa explicó que dichas “noticias alarmantes” están causando un sufrimiento generalizado, particularmente en Gaza y zonas civiles, que a menudo quedan al margen del debate internacional.
En línea con esto, León XIV instó a buscar soluciones diplomáticas y rechazó la lógica de la fuerza militar para resolver conflictos, retomando también un mensaje previo dirigido a Israel e Irán: “debemos evitar a toda costa el uso de armas y buscar el diálogo mediante vías diplomáticas”, según declaraciones a la televisión italiana RAI Uno.
Contexto del conflicto
Operación León Naciente: el 13 de junio, Israel atacó instalaciones nucleares e infraestructura militar en Irán, en represalia se desató una escalada con misiles balísticos y drones .
Intervención estadounidense (22 de junio): por primera vez en décadas, EE.UU. bombardeó tres centros nucleares iraníes (Fordow, Natanz e Isfahán) usando bombarderos B‑2 y misiles Tomahawk.
Reacciones globales: la ONU y grandes potencias como la UE, Rusia, China y varios países latinoamericanos expresaron su preocupación. El secretario general António Guterres declaró que “no hay solución militar que sustituya a la diplomacia”.
¿Por qué hace este llamado ahora?
El papa León XIV, electo recientemente—antes conocido como Robert Prevost—ha mostrado una postura firme y coherente frente a la violencia. Al condenar tanto los ataques de EE.UU. como los bombardeos israelíes de semanas previas, se posiciona como una voz que reclama sobriedad moral y diplomática . Su insistencia en volver al diálogo apunta a frenar una crisis que, ya hoy, ha dejado más de 600 muertos en Irán y decenas en Israel.
La guerra nunca es la respuesta
Expertos y analistas coinciden en que la zona está al borde de una conflagración regional. Naciones Unidas, la UE y potencias como Turquía y Rusia han pedido moderación inmediata . Desde América Latina, voces como Gustavo Petro, Gabriel Boric y Luis Arce han denunciado que un conflicto militar ampliado “desestabilizaría al mundo”.
El papa recuerda que en medio de este caos, lo que menos cuentan son las víctimas civiles. Su llamado a la diplomacia cobra especial valor al enfatizar que “la guerra es siempre una derrota”, y que las potencias deben retomar el diálogo antes de que los muertos y el sufrimiento se multipliquen.
El Ángelus del 22 de junio resonó en el Vaticano como una urgente advertencia ética: que ningún cálculo militar justifique el fin de la paz ni el respeto a la vida humana. Bajo el lema “la humanidad invoca la paz”, el papa León XIV deja claro que la diplomacia no es una opción, sino una obligación moral.