Río de tensiones en Oriente Medio: la ONU convoca emergencia; Rusia advierte de escalada y posibles transferencias nucleares.
Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares iraníes —Fordow, Natanz e Isfahan— utilizando bombas bunker-buster GBU‑57 y misiles Tomahawk como parte de la llamada “Operación Martillo de Medianoche” . El presidente Trump calificó la operación como un «éxito militar» diseñado para detener las ambiciones nucleares de Irán .
La respuesta en el Consejo de Seguridad de la ONU fue inmediata: Irán solicitó una reunión de emergencia, la tercera en apenas una semana, calificando los ataques como “no provocados” y una violación flagrante de la soberanía nacional y del Derecho Internacional . António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, advirtió que el bombardeo supone “un giro peligroso en una región que ya se tambalea”, e instó a Irán a mantener viva la vía diplomática, conceder acceso total del OIEA a sus instalaciones y no retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Rusia, firme aliada de Teherán, calificó el ataque como “irresponsable” y exigió una respuesta del Consejo . El Kremlin advirtió que el bombardeo podría desencadenar repercusiones imprevisibles; Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, incluso señaló que “varios países están dispuestos a entregar armas nucleares a Irán” en respuesta a la agresión . Asimismo, Moscú y Beijing acusaron a Washington de violar la Carta de la ONU y presionaron a favor de soluciones diplomáticas.
La Unión Europea, junto con Turquía y otras naciones latinoamericanas, se alinearon con la advertencia de la ONU y piden volver a la mesa de las negociaciones . El Reino Unido defendió el ataque bajo el argumento de frenar el desarrollo nuclear de Irán, mientras que Francia y Alemania insistieron en la mediación diplomática.
En los últimos días, Irán llevó a cabo ataques de represalia —en parte coordinados con Lash lanzamientos iraníes contra Israel y bases estadounidenses— y considera cerrar el estrecho de Ormuz, crítico para el transporte energético mundial, lo que elevaría el riesgo económico global.
Además, Irán ha amenazado con retirarse del Tratado de No Proliferación y acelerar su programa nuclear si Washington o Tel Aviv continúan en su estrategia de agresión.
En este sombrío escenario, Vladímir Putin y Xi Jinping han ofrecido mediar entre Israel e Irán, sugiriendo que una intervención diplomática conjunta podría disminuir la tensión.
Claves para entender la situación:
Operación Martillo de Medianoche: ataque masivo el 22 de junio por parte de EE.UU. con bombas GBU‑57 en tres instalaciones nucleares iraníes .
Reacción de Irán: solicitud de reunión urgente en la ONU, ataques de represalia y posible cierre del estrecho de Ormuz.
Postura internacional: condena generalizada (Rusia, China, UE, ONU) y apoyo selectivo del Reino Unido e Israel.
Escalada nuclear: amenazas de transferencia de armas nucleares a Irán, retiro del TNP y riesgo de proliferación.
Oportunidades diplomáticas: presión de Guterres y oferta de mediación por parte de Rusia y China.
El mundo se encuentra en estado de alerta. La redirección hacia la diplomacia, el papel del OIEA y la capacidad del Consejo de Seguridad para tomar decisiones sin veto —especialmente de EE.UU.— definirán el rumbo. El riesgo de una escalada militar y nuclear es real y está más cerca que nunca.