En un hecho que conmocionó al oeste del Gran Buenos Aires, una mujer de 58 años, identificada como Nélida Noemí Martínez, fue hallada decapitada dentro de su casa ubicada en la calle Beethoven de Rafael Castillo, partido de La Matanza. Su hijo, Cristian Damián Noguer, de 34 años, padece esquizofrenia y también es sordomudo. Tras cometer el crimen, se dirigió a la Clínica Figueroa Paredes para solicitar auxilio mediante señas, lo que alertó a los médicos y provocó la inmediata intervención policial.
Según las primeras diligencias, Noguer, quien presenta antecedentes penales por tenencia de armas en 2023 —causa que ya fue archivada—, acompañó a los efectivos de la Comisaría 1ª de Rafael Castillo hasta su domicilio. Allí, en una de las habitaciones, descubrieron el cuerpo de su madre junto a un hacha ensangrentada.
La hermana del detenido relató que, horas antes, Nélida la había llamado para expresarle temores: su hijo la había amenazado con un hacha . Vecinos también coincidieron en describir actitudes agresivas por parte de Noguer, especialmente durante descuidos en el cumplimiento de su medicación.
El fiscal Claudio Fornaro, a cargo de la Unidad de Homicidios de La Matanza, ordenó pericias forenses y evaluaciones psiquiátricas que se concretarán entre el domingo 22 y el lunes 23 de junio. Estas pruebas serán determinantes para definir si el acusado era inimputable al momento del hecho.
Este caso se inscribe en una alarmante serie de episodios violentos vinculados a enfermedades mentales. En tan solo un mes, se registraron al menos seis eventos —incluyendo un homicidio múltiple en Villa Crespo y otro con idénticos patrones psicóticos en Tres Arroyos— que dejaron un saldo trágico de 12 víctimas, en varios casos perpetrados por quienes sufrían esquizofrenia o episodios psicóticos agudos.
Contexto y reflexiones
Este hecho plantea, una vez más, la complejidad de la interacción entre patologías mentales graves, la falta de controles sobre armas blancas o de fuego en manos de personas con historial, y la insuficiente supervisión médica o social de quienes padecen esquizofrenia. En efecto, Noguer contaba con antecedentes por tenencia de armas, y al dejar de medicarse, los trastornos viraron hacia episodios explosivos y peligrosos.
La sociedad se enfrenta así a un desafío serio: garantizar el acceso a salud mental continua y efectiva, sin trabas burocráticas ni estigma, sin minimizar el correlato de riesgo que puede generar el desabastecimiento terapéutico o el abandono de tratamientos. Los recientes brotes violentos que terminaron en homicidios refrendan la urgencia de diseñar políticas integrales de prevención y contención, especialmente en aquellos contextos familiares donde ya se han registrado amenazas previas.
En lo inmediato
— Fundación de asistencia legal para víctimas de violencia intrafamiliar exigirá medidas urgentes de protección.
— Organismos de derechos humanos y ONGs enfocadas en salud mental pedirán un protocolo claro para la intervención frente a señales de riesgo.
— Las pericias definirán si Noguer quedará imputable, lo que podría derivar en una causa penal, o si será internado en un establecimiento psiquiátrico por inimputabilidad.
La tragedia de Nélida Noemí Martínez expone, una vez más, las grietas de un sistema de salud mental frágil y fragmentado. En el corazón de La Matanza, una comunidad entera reflexiona sobre cómo evitar que una nueva señal de alarma termine en otra vida arrancada con brutal indiferencia.