“Cristina es una compañera más”: impulso hacia el futuro del peronismo sindical.
La Confederación General del Trabajo (CGT) redobla la apuesta en su reclamo por una renovación generacional dentro del peronismo, subrayando un enfoque pluralista que, aseguran, permitirá afrontar los desafíos políticos y económicos del país. “Cristina es una compañera más”, expresaron voceros cegetistas, marcando una distancia estratégica sin romper márgenes de unidad.
Según la comunicación difundida por los principales referentes sindicales, la CGT considera indispensable el surgimiento de nuevas figuras: rostros jóvenes capaces de articular entre las bases obreras y la dirigencia histórica. La declaración busca calmar las tensiones internas, tras recientes llamados al paro y fuertes presiones de sectores K que exigían un plan de acción más inmediato.
Reacción interna y tensión política
La movilización de sectores alineados con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, especialmente la UOM, reclamó un plan de acción que incluya un paro general y concentraciones, como respuesta a lo que califican de “modelo cruel” y “proscripción” de la exmandataria . No obstante, la CGT decidió no asistir a una reunión pactada con el PJ y se negó a sumarse a una marcha bajo consignas exclusivas de apoyo a Cristina, alegando “desprolijidades” en la convocatoria. En paralelo, la central obrera sí respaldó la protesta popular en rechazo al fallo judicial que dictó prisión domiciliaria para la ex presidenta, calificándolo de “injusto, parcial y arbitrario”.
¿Hacia dónde va el peronismo sindical?
Las recientes declaraciones y maniobras internas responden a dos grandes tensiones:
1. Presión kirchnerista: sectores como la UOM y aliados reclamaron una postura más dura frente al fallo de Cristina, incluidos paros y movilizaciones firmes.
2. Voluntad de renovación: en paralelo, la CGT y grupos como las 62 Organizaciones —conformada por sindicatos que impulsan cuadros jóvenes que trascienden generaciones— promueven un modelo que combine experiencia y liderazgo renovado, representado por figuras como Ignacio “Lobo” Rodríguez.
Históricamente, la CGT ha demostrado reservarse de tomar banderías extremas en disputas electorales internas, priorizando una imagen de representatividad plural. En octubre pasado, por ejemplo, rechazó el liderazgo personalista de Cristina Kirchner en la interna del PJ y abogó por un “proceso inclusivo y amplio” en favor de candidatos como Axel Kicillof.
Balance y proyección
– Unidad relativa, estrategia flexible: la CGT busca sostener la cohesión entre sus líneas —kirchneristas, afines al peronismo más institucional y nuevos cuadros— sin romper acuerdos fundamentales.
– Planes a futuro: preve expectactivas de convocar un confederal (reunión de secretarios generales) para definir la postura frente al Gobierno y las demandas obreras .
– Reto generacional: potenciar jóvenes líderes sindicales podría revigorizar al movimiento obrero. Las 62 Organizaciones ya avanzan hacia esa lógica con nuevos secretarios generales en provincias como Tucumán, Salta y Santa Cruz.
Reflexión final
La CGT transita una etapa compleja: presionada por la base kirchnerista para una postura más agresiva, a la vez alineada con sectores que reclaman renovación generacional y equilibrio político. Su desafío será sostener la unidad sin renunciar a la transformación interna. En este contexto, el debate sobre Cristina se vuelve simbólico de una encrucijada más amplia: ¿puede el movimiento obrero peronista renovarse sin fracturarse?