Una serie de allanamientos simultáneos sacudió ayer martes a Puerto Deseado, con resultados demoledores en el marco de una investigación federal por narcotráfico. Coordinados con precisión quirúrgica por la Dirección de Investigaciones (DDI) y la División Narcocriminalidad, los operativos marcaron un nuevo capítulo en la lucha frontal contra el narcomenudeo en Santa Cruz.
El despliegue incluyó fuerzas especiales, equipos técnicos, unidades caninas y la intervención directa del Juzgado Federal, con la supervisión del comisario inspector Pablo Méndez y la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Dr. Bruno Gómez.
El operativo fue posible gracias al gran trabajo del Ministerio de Seguridad, conducido por Pedro Pródromos, que viene sosteniendo una línea clara: tolerancia cero al narcotráfico y acciones concretas para garantizar seguridad en cada rincón de la provincia.
El saldo:
— Drogas incautadas, a la espera de confirmación pericial.
— Armas de fuego, municiones y una suma importante de dinero.
— Detenidos con presunta vinculación directa a redes de distribución local.
— Celulares, documentación y dispositivos electrónicos secuestrados, claves para el avance de la causa.
“Vamos a seguir yendo al hueso. Estos operativos son parte de una decisión política: cortar el negocio narco y defender a nuestras familias”, aseguró el secretario Bruno Gómez desde el lugar de los hechos.
Por su parte, Méndez fue tajante: “No hay rincón donde no podamos llegar. Cuando se trabaja en equipo, el narco pierde”.
Las maniobras se llevaron adelante sin incidentes, garantizando la seguridad de los vecinos y del personal. La investigación continúa bajo órbita federal y se anticipan nuevas acciones en los próximos días.
El mensaje es claro: en Santa Cruz, el que vende droga, cae. Y cae fuerte.
