Luis Barrera es padre de tres hijos, albañil, plomero y gasista. Hoy, en pleno invierno y sin empleo, ofrece su trabajo a cambio de leña, abrigo o comida para que sus hijos no pasen frío. No pide caridad: quiere ganarse lo suyo con dignidad.
En una realidad donde la crisis y el desempleo golpean fuerte, su historia refleja la de miles que, pese a todo, siguen peleando con esfuerzo y sin resignarse. Luis no extiende la mano para recibir, sino para trabajar.
Su testimonio interpela: ¿qué sociedad somos si un trabajador calificado tiene que ofrecer su mano de obra por un par de zapatillas? Su número es 2974427369, pero su mensaje va más allá: el problema no es solo de él, es de todos.