A partir del miércoles 3 de julio, entró en vigencia un nuevo régimen que permite la importación directa de vehículos por parte de particulares, sin necesidad de pasar por concesionarias. La medida fue formalizada a través de la Resolución 271/2025, publicada en el Boletín Oficial.
Este nuevo esquema permite que cualquier ciudadano pueda gestionar la compra y nacionalización de un vehículo, ya sea nuevo o usado, de manera individual. Se autoriza la importación de un único vehículo por año calendario, siempre que se cumplan con los requisitos técnicos, legales y de homologación.
Una de las claves de la normativa es el reconocimiento de certificaciones internacionales —como las avaladas por la ONU— lo que evita la repetición de ensayos locales si el vehículo ya fue homologado en el país de origen. Para ello, será necesario obtener una Licencia de Configuración de Modelo (LCM) o una Constancia de Validación de Homologación Extranjera (CVHE), dependiendo de la categoría del vehículo.
También se habilita el ingreso de autos que ya tengan LCM o CVHE registrada, siempre que coincidan en marca, modelo y características. Sin embargo, no podrán ser vendidos durante los dos años posteriores a su nacionalización.
El régimen fija nuevos aranceles en Unidades Retributivas (UR), con valores que van desde las 400 UR hasta las 12.000 UR según el tipo de trámite. Los pagos deberán realizarse vía e-recauda y presentarse junto con el inicio del expediente.
La nueva regulación establece controles técnicos en laboratorios acreditados (como INTI, OAA o entidades extranjeras reconocidas), y aplica condiciones específicas para vehículos ensamblados en varias fases y para los comercializados en Tierra del Fuego.
Además, se incorpora un sistema de fiscalización con auditorías aleatorias, y se abre la posibilidad de firmar convenios internacionales de homologación. La medida deroga más de 40 resoluciones anteriores, con el objetivo de unificar y simplificar el proceso.
Con este nuevo marco, el consumidor argentino podrá importar su propio vehículo cumpliendo los requisitos correspondientes, en una política que apunta a fomentar la libertad de elección, la transparencia del sistema y la apertura del mercado automotor.