El Gobierno actualizó los precios mínimos del biodiésel y el bioetanol. Aunque la incidencia directa es baja, el nuevo ajuste se suma a un escenario de presión cambiaria e inflación persistente.
La Secretaría de Energía de la Nación oficializó este lunes un nuevo incremento en los precios mínimos de adquisición de los biocombustibles que forman parte de la mezcla obligatoria con combustibles fósiles. A través de las resoluciones 296/2025 y 297/2025, publicadas en el Boletín Oficial, el Gobierno dispuso una suba del 2% para el biodiésel y del 1% para ambas variantes de bioetanol: el derivado de caña de azúcar y el de maíz.
Estos productos son componentes clave en la formulación de la nafta y el gasoil que se comercializan en todo el país, en un porcentaje del 12%, tal como lo establece la Ley 27.640 de biocombustibles.
¿Cuánto subieron los biocombustibles?
• Biodiésel: de $1.276.874 a $1.302.411 por tonelada (+2%)
• Bioetanol de caña de azúcar: de $792,122 a $800,043 por litro (+1%)
• Bioetanol de maíz: de $726,000 a $733,260 por litro (+1%)
Estos son los valores que las petroleras deben pagar de manera obligatoria por los biocombustibles destinados a las mezclas. Aunque los porcentajes del aumento no son altos, se suman a un combo de variables que impactan directamente en los costos del sector.
¿Se traslada al surtidor?
En principio, el impacto directo en el precio final de la nafta y el gasoil sería limitado, ya que los biocombustibles tienen una incidencia menor en la estructura de precios que pagan los consumidores. No obstante, el contexto macroeconómico argentino —marcado por la volatilidad del dólar oficial, la suba en el precio internacional del crudo y los impuestos postergados que aún podrían actualizarse— genera incertidumbre.
Según analistas del sector, el incremento podría ser absorbido inicialmente por las empresas refinadoras. Sin embargo, si se acumulan nuevos factores de presión, no se descarta una nueva suba en los precios al público durante las próximas semanas.
Una pieza clave en el rompecabezas energético
Desde la implementación del marco regulatorio vigente, los biocombustibles ocupan un rol estructural dentro del sistema energético argentino. Aunque su participación en el precio final de los combustibles es marginal, son parte del cálculo mensual que realizan las compañías petroleras para definir aumentos, junto con el tipo de cambio, la cotización del barril Brent y la carga tributaria.
En este sentido, la suba oficializada este lunes podría no generar un aumento inmediato, pero deja abierta la posibilidad de futuros ajustes en los surtidores si las demás variables del mercado continúan escalando.
Con la inflación aún presente, la presión tributaria en revisión y la incertidumbre cambiaria, cada punto de aumento —por mínimo que parezca— suma tensión en la cadena de costos y podría impactar en el bolsillo de los consumidores en el corto o mediano plazo.