Lo que comenzó como un rumor terminó en un verdadero escándalo nacional. Pablo Emanuel López, concejal reelecto de La Libertad Avanza en la Ciudad de Salta, presentó su renuncia tras la filtración de un audio en el que pedía favores sexuales a una militante del espacio a cambio de reducirle los descuentos salariales.
En el audio, que rápidamente se viralizó, se escucha al edil ofrecer beneficios económicos a cambio de sexo oral: “Diez mil pesos por cada chupada de pito”, dice sin tapujos. También menciona manejos irregulares del salario: “Mi sueldo era de 500 mil, pero te quedás con 200…”. La militante afectada, una convencional electa, lo denunció por acoso, amenazas y retención indebida de haberes. La causa ya está en manos de la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual N.º 3.
López, maestro de profesión, inició su carrera política en el PRO y en 2023 saltó a las filas de La Libertad Avanza. En las últimas elecciones provinciales fue reelecto, pero no llegará a asumir su segundo mandato en diciembre: el repudio fue tan masivo que terminó dejando el cargo.
Desde el partido libertario intentaron despegarse: “No amparamos ni protegemos a ningún dirigente sospechado de conductas que pongan en entredicho la integridad y los valores que sostenemos como organización”, afirmaron. Sin embargo, el caso pone bajo la lupa una estructura política que crece al calor del marketing y el caos, pero acumula escándalos en todo el país.
No es el primer episodio extraño en las filas de LLA, un espacio que dice luchar contra “la casta” pero parece reproducir sus peores prácticas. Desde Santa Cruz, no pocos miran con recelo la figura de Jairo Guzmán, referente libertario provincial, cuya presencia empieza a generar preguntas similares. ¿Hasta cuándo se sostendrá el relato de la pureza moral mientras sus cuadros se desmoronan entre denuncias?