2 agosto, 2025 1:14 pm

VACA MUERTA: LA PROMESA QUE NO ALCANZA

El lado B del boom petrolero: trabajadores migrantes, frío extremo y oportunidades que no llegan

La noche cae sobre la pista de atletismo de la Ciudad Deportiva de Neuquén capital. No muy lejos del vapor que exhalan los cuerpos que corren en el aire helado, una fila de hombres con camperas prestadas y bolsas al hombro espera en silencio. Aguardan la apertura del refugio nocturno, un campamento improvisado por el gobierno provincial para cobijar a quienes se quedaron sin techo en plena ola polar. La temperatura, al filo de los 12 grados bajo cero, convierte a cada minuto en una amenaza.

En apenas 18 días, este dispositivo de emergencia recibió a 279 personas. Más del 22 % de ellos no son neuquinos: llegaron desde Santa Cruz, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Buenos Aires. Vinieron a buscar trabajo, atraídos por el mito moderno de Vaca Muerta: la meca del “oro negro”, donde los salarios se multiplican y las oportunidades parecen infinitas. Pero la realidad los empujó a las calles y, en algunos casos, a refugios como este, donde cada cama es un paréntesis entre el frío y la frustración.

Por ejemplo, Carlos tiene 35 años y llegó desde Capilla del Monte, Córdoba, luego de vender lo poco que tenía. “Me hablaron mucho de Neuquén, pero es complicado, sobre todo para los que venimos de afuera”, dice mientras se quita la capucha y revela una cara marcada por el cansancio. “Acá no te conoce nadie. Tengo ganas de trabajar, pero sin experiencia en petróleo, nadie te hace el gancho”.

Durmió en las escalinatas de la Catedral hasta que un voluntario le habló del refugio. Desde entonces, cada noche recibe una ducha caliente, comida, y ropa donada —a veces uniformes viejos de petroleros— para salir al día siguiente a repartir currículums. Dice que “se da maña” como albañil y soldador, pero eso no alcanza. Espera, con ansiedad, el llamado de una estación de servicio de YPF donde se ofreció como playero.

La industria que no absorbe

Vaca Muerta representa el 45 % de la producción nacional de petróleo y el 33 % del gas. En 2023, exportó por 3.500 millones de dólares. La expectativa es grande: en marzo, el presidente Javier Milei prometió convertirla en la plataforma energética de Sudamérica. Sin embargo, las oportunidades reales no llegan a todos.

“El problema no es que no haya trabajo, sino que lo que se busca es un perfil altamente calificado”, explica Daniel González, empresario de FECENE (Federación de Cámaras Energéticas del Neuquén). “No basta con saber soldar. Acá se trabaja con ductos de alta presión. Se exige formación, certificaciones, experiencia en la industria”.

Esa brecha es cada vez más evidente. Según Mariana Sobisch, directora de la consultora Principia, casi el 40 % de los CVs que reciben son de personas que llegaron hace menos de seis meses. “Muchos no investigan antes. Vienen con gran entusiasmo, pero sin preparación. Las oportunidades no llegan tan rápido, y los costos de vida son muy altos”.

Añelo, epicentro de la cuenca, también sufre la presión migratoria. Comerciantes advierten sobre el crecimiento de personas sin trabajo que deambulan por las calles. A ello se suman casos extremos, como el de un joven tucumano, ex estudiante de ingeniería, rescatado recientemente de una finca frutihortícola donde vivía en condiciones de trata laboral.

Rucci: “Neuquén no es válvula de escape”

El secretario general del Sindicato de Petroleros Privados, Marcelo Rucci, lanzó recientemente duras críticas contra gobiernos y empresas de otras provincias que promueven el envío de trabajadores a Neuquén sin respaldo real.

“No vamos a permitir que se use a Neuquén como válvula de escape para los problemas laborales de otras provincias”, declaró. “Acá hay neuquinos sin trabajo. Y nos encontramos con caravanas de trabajadores que llegan con promesas que no existen”.

Rucci apuntó también contra algunas consultoras que —según denuncia— alimentan falsas expectativas: “Prometen puestos que no están disponibles. Terminan generando frustración y más pobreza”.

En diálogo con medios locales, el sindicalista advirtió que traer personal externo sin articulación real “no solo es un atropello para los trabajadores locales, sino también para las pymes que se ven desplazadas”. Y agregó que, a pesar del potencial de Vaca Muerta, “hoy no hay posibilidades de trabajo masivo” hasta que no se terminen los grandes ductos de evacuación, algo previsto recién para 2027.

Desde el sindicato impulsan ahora una mesa con el gobierno provincial para garantizar la capacitación de mano de obra local y evitar que el desequilibrio social se profundice. “Cuando la actividad se reactive, queremos que el trabajo quede acá. No vamos a entregar nuestros derechos a cambio de marketing político”, sentenció Rucci.

Frío presente, futuro incierto

En el comedor del refugio, Franco comparte su vianda con “Chop”, un perrito rescatado. A su lado, otros hombres conversan mientras esperan la hora de dormir. El humo de los platos calientes se mezcla con los relatos de vidas suspendidas. Todos apuestan, con lo poco que tienen, a quedarse.

Porque lo que dejaron atrás —en muchos casos— es menos que la promesa incumplida de Vaca Muerta.

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