A tempranas horas de hoy, la familia del cantante John Michael “Ozzy” Osbourne (Aston, Birmingham, 3 de diciembre de 1948) confirmó su fallecimiento a los 76 años, rodeado del amor de sus seres queridos. En un comunicado firmado por su esposa Sharon y sus hijos Jack, Kelly, Aimee y Louis, solicitaron privacidad en este difícil momento.
Una carrera legendaria
Fundador, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, de Black Sabbath en 1968, Ozzy revolucionó el sonido del rock al sentar las bases del heavy metal con discos fundamentales como Paranoid (1970) y Master of Reality (1971) . Tras su salida de la banda en 1979, desarrolló una prolífica carrera solista con títulos emblemáticos como Blizzard of Ozz, Diary of a Madman y No More Tears, alcanzando un notable éxito comercial y de crítica a lo largo de cinco décadas.
Su legado fue reconocido con su inclusión en el Rock & Roll Hall of Fame dos veces: en 2006 como miembro de Sabbath y en 2024 como solista.
Salud frágil en los últimos años
A lo largo de sus últimos años, Osbourne enfrentó una seguidilla de complicaciones de salud: un accidente en quad en 2003, caídas y múltiples cirugías en cuello y columna, además de ser diagnosticado con Parkinson en 2019 o 2020, que lo postró definitivamente y lo obligó a retirarse de las giras en 2023.
Concierto de despedida en Birmingham
El pasado 5 de julio, menos de tres semanas antes de su muerte, Ozzy protagonizó “Back to the Beginning”, un emotivo show en Villa Park (Birmingham). Allí brindó en un trono metálico sus últimas notas, acompañado de los miembros originales de Black Sabbath, más invitados de lujo como Metallica, Guns N’ Roses y Tom Morello como director musical. La masiva transmisión en vivo alcanzó un pico de 5,8 millones de espectadores.
Durante el evento agradeció a los 42 000 espectadores por su apoyo y definió la jornada como el último acto de una carrera irrepetible.
Humor, familia y una figura pública inolvidable
Más allá de la música, Ozzy ganó popularidad masiva con el programa The Osbournes (2002–2005) —que retrató su vida familiar— y proyectos posteriores con su hijo Jack. Su matrimonio con Sharon, además de ser su pilar personal y profesional, fue un factor determinante en su resurgimiento tras múltiples complicaciones personales.
Legado y convocatorias de homenaje
Tras conocerse la noticia, figuras del rock emergieron con tributos. Metallica expresó su dolor mediante un sencillo símbolo: un corazón roto. ONG como Peta destacaron también su compromiso hacia los animales, elogiando su defensa de los gatos frente al declawing.
Osbourne deja un legado singular: más de 100 millones de discos vendidos, dos ingresos al Salón de la Fama, y la transformación del metal como género cultural. Su nombre será recordado por generaciones como el indiscutido “Príncipe de la Oscuridad”.
Back to the Beginning, espectáculo que cerró su trayectoria, fue un concierto benéfico cuyos beneficios se destinaron a varias organizaciones filantrópicas en Birmingham.
Su muerte marca el término de un capítulo crucial para el heavy metal, apertura a una nueva etapa de homenajes y recuerdos en todo el mundo.
