Los pronósticos de consultoras internacionales, bancos y analistas locales identificarán a partir de ahora los principales riesgos: volatilidad cambiaria, desaceleración de la actividad y tensiones políticas preparan un tramo clave del año.
Argentina ingresa a la segunda mitad del año con señales de crecimiento económico y una desaceleración marcada por la política monetaria restrictiva, las elecciones legislativas y el vencimiento del régimen especial de retenciones al agro. El resultado dependerá de la coordinación entre estabilidad macro, financiamiento externo y respuesta social.
Diagnóstico desde las consultoras y bancos
Los análisis de BBVA Research confirman que la economía proyecta un crecimiento del 5,5 % en 2025, con inflación anual estimada en torno al 30 % (un escenario más alentador que en años previos) y tasas reales positivas que acompañan la recuperación.
FocusEconomics, por su parte, prevé una inflación promedio del 42,1 %, lo cual señala una desaceleración pero no una estabilización total de precios.
El banco Santander prevé que el tipo de cambio oficial cerrará 2025 en torno a $1.300 por dólar, con una caída paulatina de las tasas nominales de interés si se consolida la confianza inversora.
Mientras tanto, JP Morgan recomienda cautela ante la suspensión de la baja temporal de retenciones agrícolas, que podría reducir la oferta de dólares y elevar la presión sobre el tipo de cambio.
Perspectiva global y proyecciones externas
El FMI mantiene una visión optimista: espera un crecimiento del PIB argentino del 5 % durante 2025 y 2026, tras una caída de 2,8 % en 2024. El Fondo celebra los avances en reducción de inflación (de 211 % a 39,4 %) y destaca el compromiso con la disciplina fiscal.
La agencia Moody’s anticipa una mejora en la calificación crediticia del país y proyecta un crecimiento cercano al 4 % en 2025, con inflación estimada en 30 %.
BBVA Research destaca que la recuperación del consumo y la inversión en el primer semestre se apoyó en la consolidación fiscal y en la re-monetización efectiva de la economía.
Señales recientes: desaceleración de actividad
Datos preliminares del EMAE indican que la producción industrial cayó un 1,2 % en junio y cerró el trimestre con retroceso respecto del anterior. Consultoras advierten que las altas tasas tras el desarme de Lefis y la presión cambiaria consolidan una jornada de menor dinamismo económico.
Contrastes: recuperación heterogénea y desigualdad
Según El País, ciertas franjas privilegiadas han incrementado consumo, turismo al exterior y compras de bienes durables, mientras casi el 50 % de la población no llega a fin de mes. El desempleo subió al 7,9 % y la caída del consumo de alimentos y medicamentos es preocupante.
Huelladelsur.info advierte que el crecimiento sostenido del crédito —que pasó del 6,2 % al 10,6 % del PIB— está apalancando consumo más por deuda que por mejora en ingresos.
El informe del panel de analistas internacionales citado por El Diario Nuevo Día sitúa el crecimiento en un 5 % para 2025, aunque algunos sectores como el turismo y la intermediación financiera destacan con mayor dinamismo.
Claves para el tramo final del año
Elecciones legislativas: la incertidumbre electoral de octubre incrementa la cautela de inversores y acreedores. Proyecciones según encuestas ubican al peronismo dividido entre Kirchnerismo y Federal, con una ventaja mínima sobre el oficialismo.
Fin de retenciones al agro: su culminación en junio reducirá divisas líquidas en los próximos meses, justo cuando se esperan pagos de aguinaldos y turismo externo.
Financiamiento externo: el acuerdo técnico del FMI y futuros desembolsos del BID por USD 3.200 millones alivian tensiones entre tanto se busca recomponer reservas y sostener la liquidez.
Panorama general
Aunque Argentina crece, los avances son dispares y están acompañados de tensiones sociales. El marco fiscal y monetario ofrece señales de solidez, pero persisten los desafíos estructurales: pobreza, empleo informal, desigualdad y vulnerabilidades cambiarias.
Para el gobierno de Milei, el éxito radica en transitar el segundo semestre sin sobresaltos cambiarios, contener la inflación en descenso sostenido y asegurar respaldo legislativo. El desafío es consolidar una recuperación que sea sostenida y socialmente inclusiva, condición necesaria para evitar que la promesa de crecimiento se desvanezca al primer remezón político o económico.