Tras un mes sin zarpes, un acuerdo entre cámaras empresarias y el SOMU destrabó el conflicto pesquero. Chubut refrenda su protagonismo en defensa de la industria y miles de familias recuperan su fuente laboral.
Después de semanas de paralización que afectaron a las flotas de Chubut, Buenos Aires y Santa Cruz, se alcanzó un acuerdo que destrabó el conflicto pesquero y habilitó el inicio de la temporada de la flota tangonera congeladora. El gobernador Ignacio “Nacho” Torres y el intendente Gustavo Sastre celebraron el entendimiento logrado entre cámaras empresariales y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y destacaron el impacto positivo para la economía regional.
La mediación de las autoridades locales resultó clave para resolver una crisis que había suspendido la actividad del langostino patagónico —el principal recurso exportable— y generado gran incertidumbre en trabajadores, empresas y servicios conexos. “Esta resolución ofrece alivio inmediato a las familias vinculadas al sector y reanima la economía porteña vinculada a la pesca”, indicó Torres.
El nuevo convenio, rubricado por la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y el SOMU, dispone que el ítem “producción” se abonará al 70 % en modalidad no remunerativa. Según el gobernador, esta fórmula constituye un alivio fiscal para las empresas sin comprometer salarios.
Sastre resaltó que cada unidad operativa de la flota tiene incidencia directa sobre cientos de empleos en mareantes, operarios, logística, y sectores de abastecimiento local. También señaló el efecto multiplicador sobre el consumo y los servicios en Puerto Madryn.
Aunque el acuerdo destrabó la parálisis, el sector enfrenta grandes desafíos. El SOMU aceptó una rebaja del 15 % de lo reclamado originalmente (empresas habían propuesto 30 %), mientras quedaban apenas 45 días de temporada efectiva en aguas nacionales antes del comienzo de la zafra costera en Rawson, prevista para noviembre.
También persisten reclamos relativos a la presión impositiva que enfrenta el sector: empresas denuncian que las pesqueras son uno de los pocos rubros productivos con retenciones aún elevadas, mientras operan en un mercado donde el dólar oficial es bajo frente a costos internos altos.
Un conflicto de alcance federal resuelto desde Chubut
La paralización incluyó a barcos de diferentes puertos del sur argentino y fue clasificada como conflicto de competencia federal. La gestión de Torres exigió una intervención urgente del Gobierno nacional, por tratarse de una actividad regulada por jurisdicción federal, y buscó evitar una pérdida completa de la zafra.
Después del acuerdo: expectativa y seguimiento
Gobierno provincial y municipal informaron que seguirán de cerca el cumplimiento del convenio, y alertaron que la estabilidad operativa depende del cumplimiento de lo acordado en bienestar de los trabajadores del sector. Además, ambos dirigentes dejaron abierta la puerta para futuras negociaciones sobre otros puntos sensibles del convenio colectivo, dentro de un clima de diálogo permanente.
El acuerdo pesquero sellado entre empresarios y SOMU pone en marcha una temporada vital para Chubut y la región. La intervención política de Torres y Sastre logró destrabar un conflicto federal en un momento crítico, y el entendimiento garantiza una reintegración parcial de la actividad con efectos positivos para la economía local. Sin embargo, los desafíos persisten: queda poco tiempo de zafra y subsisten tensiones por retenciones y condiciones laborales. El mundo pesquero mira con expectativa el desarrollo de estos 45 días en alta mar.