Según datos actualizados, la industria pyme acumula pérdidas millonarias de empleo y negocios en un contexto de apertura importadora y caída del consumo interno; algunas empresas apuntan a nuevos productos y mercados externos como estrategia de supervivencia.
Las pequeñas y medianas empresas industriales atraviesan una crisis profunda: entre enero de 2024 y enero de 2025 cerraron más de 5.200 unidades solo del ramo manufacturero, como parte de un total estimado de casi 13.000 PYMEs cerradas, según datos oficiales del Ministerio de Economía .
Un informe del Observatorio IPA reveló que en ese período se perdieron 12.259 empresas, quedando activas alrededor de 499.371 en todo el país . El presidente de IPA, Daniel Rosato, advirtió que el sector ya experimenta una caída en el empleo registrado, y alertó sobre el riesgo de que más compañías se vean obligadas a cerrar ante una competencia externa favorecida por subsidios, financiamiento barato y costos impositivos e industriales desfavorables .
La Encuesta de Industrias Pymes Argentinos en mayo de 2024 muestra que casi el 70 % de las PYMEs industriales consideran que atraviesan una situación de crisis por pérdida de demanda interna, mientras un 35 % anticipa despidos en el corto plazo . Más aún, el 80 % de las empresas no espera mejorías en los próximos doce meses, y sólo el 21 % se muestra optimista para el futuro del sector .
Además, el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU‑UIA) informó que en el último año la industria manufacturera perdió 20.000 empleos, penalizando a segmentos estratégicos como alimentos, metalmecánica y textil.
APUESTAS PARA NO DESAPARECER
Aunque la coyuntura es adversa, el artículo de Clarín expone historias de empresas que buscan reconvertirse mediante el desarrollo de nuevos productos y la apertura de mercados externos, incluyendo exportaciones a destinos no tradicionales como España y Libia . Estas iniciativas están dentro de un contexto de adaptación frente a la caída del consumo y aumento de competencia externa.
CONTEXTO MACROECONÓMICO
La profunda transformación económica impulsada por el actual gobierno —como apertura importadora, eliminación del CEPO cambiario, reducción de aranceles y recorte de impuestos como el PAIS— generó un escenario de competencia desigual para las industrias locales . En paralelo, el empleo industrial se mantiene por debajo del 40 % de la capacidad instalada, un registro similar al nivel más bajo desde la pandemia.
CONCLUSIONES Y DESAFÍOS
La crisis estructural del sector pyme-industrial se traduce en cierre de empresas, pérdida de empleo y pesimismo generalizado.
La baja del consumo interno y la competencia externa intensificada son los principales motores del deterioro.
Las empresas que buscan reinventarse mediante innovación y exportaciones representan una minoría, pero ofrecen una vía posible de respuesta.
Sin políticas activas específicas, como financiamiento accesible, incentivos para exportar y apoyo del INTI y otros organismos, la reconversión corre el riesgo de ser insuficiente.