En menos de un día, Puerto Deseado recibió seis embarcaciones cargadas de langostino. La misma postal se repitió en Rawson y Puerto Madryn, con un intenso movimiento en los muelles. El aumento de los cupos de captura busca revertir las pérdidas provocadas por el reciente conflicto gremial.
El regreso de la actividad se da en plena temporada de pesca en la Zona de Veda Permanente para Juveniles de Merluza, con la Subárea 8 como punto fuerte. Allí, las capturas muestran altos rendimientos y buena calidad, mientras que en las subáreas 4 y 5 también se detecta abundancia y se espera su pronta habilitación. En zonas merluceras, la pesca incidental de langostino creció y refuerza las expectativas del sector.
En apenas unos días, la flota tangonera pasó de 12 a 82 buques operando en distintas áreas. Los desembarques rondan las 40 a 50 toneladas diarias por barco, con ejemplares grandes y poca merluza acompañante. Las prospecciones muestran cifras de 4 a 5 toneladas por hora, con predominio de talla L1.
Puerto Deseado fue uno de los primeros en sentir el cambio: en una sola jornada arribaron buques como ARGENOVA 23 —con 93 toneladas—, ARGENOVA 2, EMPESUR 7, EMPESUR 6, ARGENOVA 4, ARGENOVA 1 y ARGENOVA 6, todos descargados por trabajadores locales. En Rawson y Camarones, los fresqueros abastecen a las plantas de procesamiento, mientras que en Madryn los muelles Almirante Storni y Comandante Luis Piedra Buena también muestran un notable repunte.
Según estimaciones, durante la inactividad se dejaron de capturar unas 50.000 toneladas respecto al año anterior. Ahora, con la zafra nuevamente en marcha y un horizonte que se extiende hasta mediados de octubre, el sector confía en recuperar buena parte de lo perdido y sostener la actividad en toda la cadena productiva.