En un contexto político signado por el cierre de listas y la fuerte inhabilitación judicial de Cristina Kirchner, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, anticipa una convocatoria formal a elecciones internas antes de fin de año. La medida busca dirimir liderazgos enfrentados y redefinir el armado territorial en una de las provincias clave del país.
El dirigente Máximo Kirchner, presidente del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires, anunció que en los próximos días formalizará la convocatoria a elecciones internas dentro de la estructura bonaerense del partido, cuyo mandato vence en diciembre de 2025. Esta iniciativa prosigue a una serie de tensiones internas exacerbadas por el reciente cierre de listas electorales y la decisión de desdoblar los comicios provinciales, una estrategia que generó críticas desde diversos sectores.
El llamado a elecciones implica dar una respuesta política concreta a sectores del peronismo que cuestionan la conducción actual, al tiempo que ofrece una plataforma para reorganizar la conducción partidaria por vía del voto interno. Si bien no se confirmó una fecha exacta, se menciona que podría realizarse entre fines de noviembre y diciembre.
El anuncio llega apenas una semana después del cierre de listas para las elecciones provinciales del 7 de septiembre y a menos de dos meses de los comicios nacionales en octubre, lo que añade urgencia y tensión al escenario político bonaerense.
Construcción de frentes y señales de unidad
Previo a la decisión, el PJ bonaerense realizó un congreso partidario en Merlo, donde se aprobó la integración de una mesa de negociación con delegados de los sectores de Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Entre los designados figuran figuras como Federico Otermín, Mariel Fernández, Verónica Magario y Gabriel Katopodis, lo que representa un gesto formal de unidad en medio del proceso interno.
A su vez, en encuentros con Sergio Massa, se avanzó en el impulso de un frente electoral unificado para septiembre y octubre, con equipos técnicos coordinados entre el PJ y el Frente Renovador.
Contexto judicial y simbólico
La estrategia partidaria de Máximo Kirchner está indudablemente influida por el escenario judicial que atraviesa su madre, Cristina Kirchner. La expresidenta fue condenada en noviembre de 2024 a seis años de prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua, y el fallo fue confirmado recientemente por la Corte Suprema . Dicho fallo generó una fuerte reacción en el peronismo, que se movilizó en defensa de la dirigente y reactivó tensiones internas y simbólicas . La convocatoria interna puede leerse también como una respuesta política directa a estas tensiones judiciales y simbólicas.
Equilibrio de poder y desafíos inmediatos
La convocatoria interna ocurre en medio de una estructura donde confluyen dos núcleos de poder: el cristinismo tradicional y el espacio encabezado por el gobernador Axel Kicillof, alineado con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF). La ausencia de Kicillof en reuniones clave como la de San Vicente —donde Máximo Kirchner encabezó el Consejo partidario— evidenció las tensiones existentes, aunque desde su entorno minimizaron cualquier ruptura explícita.
El proceso se lanza bajo la consigna de “unidad”, pero representa una mesa de pruebas real para medir la fortaleza de Máximo Kirchner frente a una oposición interna cada vez más visible. Desde La Cámpora confían en su margen de maniobra: “No le tenemos miedo a una interna. Fuimos a unas PASO en Lanús, en Quilmes, en Hurlingham y las ganamos…”, aseguran funcionarios cercanos.