para disputar poder en el Senado. La dirigente asumió el desafío con un mensaje directo: “La próxima batalla está en el Senado, desde donde vamos a blindar el esfuerzo que hicimos hasta ahora y avanzar en los cambios que el país necesita”.
El presidente Milei celebró la noticia con entusiasmo y lo expresó en sus redes sociales. También se sumaron muestras de apoyo desde distintos sectores de La Libertad Avanza, entre ellos el ministro de Defensa, Luis Petri, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien definió la postulación de Bullrich como “una nueva batalla para seguir cambiando la Argentina”.
La definición de la ministra llega en un momento clave. El oficialismo enfrenta una correlación de fuerzas adversa en el Senado, donde la oposición conserva mayoría y ha logrado frenar proyectos estratégicos del Ejecutivo. En julio, la Cámara Alta aprobó un paquete de leyes que incrementa el gasto fiscal, lo que fue denunciado por el gobierno como un “intento de golpe institucional”. El conflicto expuso la necesidad del presidente de reforzar su bloque en la cámara y ganar aliados para consolidar su programa de reformas.
El panorama político se complejiza además por la situación del peronismo. La condena firme contra Cristina Fernández de Kirchner, que la inhabilita de por vida para ocupar cargos públicos, sacudió al movimiento, aunque su figura continúa gravitando sobre las internas opositoras. En paralelo, varios gobernadores, incluso algunos cercanos al oficialismo, han manifestado resistencia frente a las políticas de ajuste, alimentando un clima de tensión federal.
La estrategia electoral de La Libertad Avanza contempla no solo la Ciudad de Buenos Aires sino también las provincias. En octubre se renovarán 24 bancas en el Senado y la apuesta es lograr un salto numérico que permita dejar atrás la actual condición de minoría. Antes, en septiembre, la provincia de Buenos Aires celebrará elecciones legislativas locales, con la mirada puesta en medir fuerzas y consolidar estructuras.
Con esta jugada, Bullrich se convierte en una figura clave de la ofensiva libertaria. Su perfil de firmeza en materia de seguridad y su experiencia política la posicionan como la dirigente llamada a encabezar la batalla más importante del oficialismo en el terreno legislativo. Para el gobierno, el resultado será decisivo: de ello dependerá su capacidad de sostener el rumbo económico y político en un escenario de fuerte polarización.
