Con un debut impactante que superó los 330 mil espectadores en apenas cuatro días, la película de Guillermo Francella dirigida por Cohn y Duprat se consolida como un fenómeno de taquilla y, al mismo tiempo, despierta opiniones encontradas en la sociedad y en la política.
El estreno de Homo Argentum marcó un verdadero hito en la cartelera nacional. Desde su primera función el pasado jueves, la película protagonizada por Guillermo Francella convocó multitudes en cada jornada. Solo en el día de su estreno fueron 73.886 los espectadores que se acercaron a las salas de todo el país, y la tendencia se repitió durante el fin de semana. En total, la obra de Mariano Cohn y Gastón Duprat ya fue vista por más de 330 mil personas en apenas cuatro días, ubicándose como la cuarta película más vista en su jornada inaugural y el tercer mejor arranque de 2025. De mantener este ritmo, se espera que en pocas semanas logre instalarse entre las veinte producciones más taquilleras del año.
La película, producida por Disney y próxima a llegar a la plataforma de streaming de la compañía, se compone de 16 microhistorias que, a través de un tono de comedia y crítica social, buscan retratar distintos rasgos de la idiosincrasia argentina. Con personajes que encarnan desde el pícaro oportunista hasta el estafador y el ventajero, la cinta construye un mosaico de situaciones que, aunque generan risas en muchos espectadores, también provocan incomodidad en otros. La obra se ha ganado tanto elogios por su humor ácido como críticas por lo que algunos consideran un relato disperso o exagerado.
Más allá de su éxito en taquilla, el film se convirtió en tema de conversación por la inesperada intervención del presidente Javier Milei. El mandatario no solo la proyectó para diputados e integrantes de su gabinete, sino que además compartió una extensa reflexión en redes sociales, donde interpretó la película como un espejo de la “progresía” y una representación grotesca de quienes considera sus opositores. En un texto titulado “Homo Argentum: disonancia cognitiva en el corazón woke”, Milei destacó que la obra muestra “el espectáculo bizarro que hoy ofrecen los kukas” y la describió como un retrato incómodo para quienes, según él, “se ven reflejados en personajes que encarnan lo peor de la sociedad”.
El mensaje presidencial no pasó inadvertido y sumó una nueva capa de debate en torno a la película. Para algunos, sus palabras reafirman el valor cultural de una obra capaz de interpelar más allá de la pantalla; para otros, se trata de una apropiación política de un fenómeno artístico que debería quedar en el terreno de la ficción y la crítica social.
Lo cierto es que Homo Argentum se ha convertido en un fenómeno que trasciende lo estrictamente cinematográfico. Con Francella como figura central y la marca autoral de Cohn y Duprat, la película no solo arrasa en taquilla, sino que también abre un espacio de discusión sobre la identidad nacional, el humor, la política y la manera en que los argentinos se miran a sí mismos a través de la pantalla grande.