14 septiembre, 2025 7:22 pm

ATAQUE A LA CARAVANA DE MILEI: ASÍ FUE EL MOMENTO EN EL QUE LE ARROJARON UN OBJETO AL PRESIDENTE

Una caravana proselitista del Presidente Javier Milei en Lomas de Zamora terminó abruptamente cuando militantes adversarios arrojaron piedras y botellas contra su camioneta. La comitiva fue evacuada de urgencia. El hecho en plena campaña hacia las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, profundiza la polarización y genera fuertes repercusiones políticas.

CRÓNICA DEL INCIDENTE

El miércoles 27 de agosto de 2025, durante una recorrida electoral de la coalición La Libertad Avanza en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, la caravana encabezada por el Presidente Javier Milei fue interrumpida por un episodio de violencia.

El presidente, su hermana Karina Milei, el diputado José Luis Espert y el dirigente Sebastián Pareja circulaban en la caja de una camioneta cuando fueron agredidos por manifestantes que lanzaron piedras y objetos contundentes.

Las agresiones se registraron en la zona céntrica del distrito bonaerense, en la avenida Hipólito Yrigoyen, próxima a la plaza Grigera y la peatonal Laprida, donde ya se advertía tensión creciente. La presencia de un volquete con escombros en la esquina fue utilizada por los agresores para lanzar objetos hacia la comitiva.

Las imágenes captadas por distintos medios muestran piedras cayendo a escasos centímetros de Milei mientras saludaba a la militancia, lo que obligó a cancelar la actividad y ordenar la evacuación inmediata.

EVACUACIÓN Y RESPUESTA

El operativo de seguridad dispuso la salida veloz del Presidente y su comitiva. El conductor de la camioneta aceleró para alejarse de la zona de riesgo, mientras que Espert se marchó escoltado en una motocicleta.

Posteriormente, desde la Quinta de Olivos, Milei compartió una foto junto a Karina y Espert, buscando transmitir tranquilidad.

Desde su cuenta en X, el mandatario denunció que “los kukas tira piedras carentes de ideas recurrieron otra vez a la violencia” y llamó a expresar el rechazo “al kirchnerismo nunca más” a través del voto del 7 de septiembre y del 26 de octubre.

TENSIONES POLÍTICAS Y ACUSACIONES

Desde el oficialismo, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich calificó el episodio como un ataque organizado por el kirchnerismo, acusándolo de sembrar violencia y caos.

También el vocero Manuel Adorni sostuvo que “militantes de la vieja política, kirchnerismo en estado puro” fueron responsables del ataque. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, añadió que, una vez más, “le tiraron piedras al Presidente en una caravana pacífica”.

Por su parte, José Luis Espert aseguró que, pese a la violencia, “no nos van a amedrentar” y confirmó que continuarán recorriendo la provincia.

En contrapunto, algunos sectores opositores calificaron la agresión como una posible victimización por parte del oficialismo, en medio del escándalo de audios vinculados a denuncias de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

UN CONTEXTO ELECTORAL FRÁGIL

La recorrida estaba prevista en plena campaña electoral por la provincia de Buenos Aires, clave para las elecciones del 7 de septiembre.

Se trata del segundo episodio similar en pocos días. El lunes 25 ya se había producido un ataque en Junín, también durante una caravana de Milei.

Los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la ANDIS, habían provocado el día anterior una crisis política en el Gobierno, por acusaciones de corrupción. Milei y su entorno los calificaron de falsos y aseguraron que los llevarán a la Justicia.

La escalada de tensión pone en evidencia una campaña polarizada, donde la seguridad, el conflicto político y las denuncias de corrupción se entrelazan de cara a elecciones legislativas y presidenciales.

REFLEXIÓN Y ANÁLISIS

La agresión estuvo cargada de simbolismo político. No solo fue un ataque físico, sino una muestra de la fractura social y política que atraviesa el país. La confrontación entre el oficialismo libertario y la oposición peronista, en un escenario electoral caliente, se vuelve cada vez más violenta.

Si bien la campaña de Milei se centraba en la reducción del gasto, la inflación y la ruptura con el pasado peronista, estos episodios marcan una nueva agenda. El propio presidente y su ministra de Seguridad han puesto en el centro la seguridad y el discurso del “kirchnerismo como motor del caos”.

Las denuncias cruzadas reflejan el uso político de cada hecho. La desconfianza mutua y la lógica de confrontación reconfiguran no solo la campaña, sino también la percepción pública sobre la estabilidad democrática.

Para Milei, esta agresión puede consolidar su liderazgo entre sus seguidores, presentándose como un presidente atacado por el sistema. Pero también puede alimentar temores sobre la escalada de violencia en actos públicos, lo cual presiona al Gobierno a extremar protocolos de seguridad, limitando la interacción directa con la ciudadanía, uno de los sellos de su estilo político.

Lo que se planeaba como una muestra de fuerza política en una zona emblemática del conurbano bonaerense terminó con piedras volando, militantes heridos y una campaña electoral atravesada por la confrontación.

El ataque a la caravana de Milei el 27 de agosto de 2025 pone en evidencia la tensión creciente. Habla de una sociedad fragmentada, de una campaña basada en la polarización y de un liderazgo que se proyecta desde el conflicto.

En la recta final hacia las elecciones del 7 de septiembre, el episodio de Lomas de Zamora recalca el desafío de la democracia argentina: equilibrar movilización política, confrontación ideológica y seguridad institucional. La pregunta que queda en el aire es si las urnas, más que la violencia, serán el verdadero campo de batalla.

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