14 septiembre, 2025 7:11 pm

CORRIENTES VOTA EN EL OJO DE LA TORMENTA

La provincia se prepara para unas elecciones que se convirtieron en el primer test político para el Gobierno de Javier Milei, golpeado por denuncias de coimas y un cierre de campaña signado por la tensión y la violencia.

Corrientes amaneció este sábado 30 de agosto en la quietud artificial que impone la veda electoral. A un día de la votación, la provincia respira la calma vigilada que antecede a los comicios, aunque bajo una atmósfera enrarecida, atravesada por la incertidumbre, las sospechas de corrupción y el peso de una campaña que terminó de la peor manera para el oficialismo nacional. El jueves por la noche, con el último acto permitido, La Libertad Avanza cerró una semana en la que nada salió como había sido planeado: escándalos, forcejeos en las calles, acusaciones cruzadas y un clima de violencia que simbolizó el grado de fragmentación de la política argentina.

Mañana, los correntinos elegirán gobernador en un proceso que, más allá de su importancia local, tiene una resonancia nacional evidente. Se trata de la primera cita con las urnas después de la explosión del caso ANDIS, el escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, que involucra nada menos que a Karina Milei, hermana del Presidente y secretaria general de la Presidencia, y a Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados. Con ellos sobre el escenario, en la recta final de la campaña, el oficialismo intentó mostrar fuerza, pero terminó exhibiendo vulnerabilidad.

El viernes, con el inicio de la veda, la política entró en silencio público. Pero la sociedad no calla. Los debates, las marchas y la bronca por los medicamentos presuntamente negociados con sobreprecios quedaron flotando en la memoria reciente. Una encuesta publicada esta semana mostró un panorama lapidario: el 94,5 % de la población está al tanto del caso, el 81 % exige que Javier Milei dé explicaciones públicas, y más del 70 % considera que el escándalo es grave. Peor aún: seis de cada diez encuestados creen que los audios filtrados, en los que se habla de retornos de hasta el 8 % en cada contrato, son auténticos y comprometen al núcleo de poder más íntimo del Presidente. La credibilidad, el activo político más fuerte del mileísmo, aparece resquebrajada.

En Corrientes, el armado libertario gira en torno a Lisandro Almirón, diputado nacional que sueña con convertirse en el primer gobernador libertario del país. La apuesta es arriesgada: sin alianzas amplias, con una estructura débil y con un candidato que no logra despegar en los sondeos, la posibilidad de un triunfo suena más a deseo que a pronóstico. Las proyecciones ubican a Almirón en cuarto lugar, detrás del radical Juan Pablo Valdés —hermano del actual gobernador Gustavo Valdés—, del exmandatario Ricardo Colombi y del intendente peronista Martín Ascúa. El frente oficialista llega golpeado y desorientado, mientras la oposición provincial luce organizada y cohesionada.

El cierre del jueves dejó imágenes elocuentes. Karina Milei y Martín Menem desembarcaron en la capital correntina con el aura de figuras nacionales. Pretendían encabezar una caminata triunfal, pero el clima fue hostil: abucheos, enfrentamientos, insultos y, finalmente, evacuación de los dirigentes. El eco de lo ocurrido en Lomas de Zamora días antes —cuando manifestantes arrojaron piedras contra el convoy presidencial— resonó en Corrientes como advertencia. La política, otra vez, se vio desbordada en la calle. El Gobierno culpó al kirchnerismo por los disturbios y denunció una operación para empañar el cierre. Desde la oposición provincial respondieron que la violencia no fue organizada, sino expresión espontánea de un descontento real frente a la corrupción denunciada y al deterioro económico.

En paralelo, la investigación judicial avanza. El juez Sebastián Casanello ordenó allanamientos en la sede de ANDIS y en la droguería Suizo Argentina, principal beneficiaria de los contratos cuestionados. Los números impactan: de facturar 3.898 millones en 2023, la empresa pasó a recibir 108.000 millones de pesos en contratos durante el primer año de gestión libertaria. Según las grabaciones, de cada operación se retenía un 8 % en coimas, con un 3 % destinado a la “mesa política” que integraban Karina Milei y Martín Menem. El exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, señalado como la voz en los audios, fue desplazado en horas, aunque niega las acusaciones. Para la Justicia, se trata de una investigación en pleno desarrollo. Para la sociedad, de una mancha indeleble.

En este contexto, la elección correntina trasciende la provincia. Es el primer test electoral del ciclo Milei después del estallido. Si el oficialismo logra un resultado decoroso, podrá argumentar que conserva respaldo en medio de la tormenta. Si, como pronostican las encuestas, el fracaso es rotundo, el golpe será doble: para la narrativa de anticorrupción que llevó a Milei al poder y para la conducción estratégica de Karina, que hasta ahora parecía indiscutida dentro del Gobierno. En los pasillos de la Casa Rosada ya se habla de una eventual reconfiguración de la mesa chica si la derrota se concreta.

El trasfondo económico agrava la situación. Si bien el Gobierno exhibe como logro la desaceleración de la inflación —que pasó de un 25 % mensual a menos del 2 % en la última medición—, la caída del consumo, el aumento del desempleo y la retracción de la actividad golpean el día a día. La promesa de una recuperación rápida no se percibe en la calle. Y, como admiten hasta analistas cercanos al oficialismo, ningún índice macroeconómico puede compensar el daño político y moral que genera un caso de corrupción en el corazón del poder.

Así, Corrientes votará mañana en medio de una tormenta perfecta. La veda impone silencio a los dirigentes, pero no logra acallar la conversación social, ni mucho menos la ansiedad de un Gobierno que sabe que se juega más que una provincia. El resultado, que comenzará a conocerse el domingo por la noche, tendrá lectura nacional inmediata: será el primer dictamen popular sobre el Gobierno de Javier Milei tras las denuncias, el primer mensaje claro sobre si su relato sigue vigente o si la sociedad empieza a darle la espalda.

En definitiva, el domingo no se elegirá solo un gobernador correntino: se pondrá en juego la credibilidad de un proyecto político que, en menos de dos años de gestión, enfrenta su primera prueba crucial. Y la pregunta que recorrerá el país tras el escrutinio será simple y contundente: ¿puede Milei seguir gobernando con la autoridad moral y política que exige el cargo, o el veredicto de las urnas en Corrientes marcará el inicio de un nuevo tiempo?

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