19 septiembre, 2025 7:26 am

EL ABRAZO “SALVADOR” DE GARZÓN Y EL CURA MOLINA

La foto que intentan vender como el futuro de Santa Cruz abre un debate sobre poder, ambiciones y discursos de redención.

El gesto que algunos quisieron mostrar como símbolo de unidad y esperanza se convirtió rápidamente en una postal cargada de polémica. Alejandro Garzón y el cura Juan Carlos Molina eligieron abrazarse frente a las cámaras, y la escena fue presentada como “la salvación de Santa Cruz”, casi como si ese contacto alcanzara para resolver las deudas históricas de una provincia golpeada por la desconfianza, la falta de trabajo y la crisis social.

Un gesto sobreactuado

Lo que en apariencia fue un simple abrazo se transformó en un mensaje político calculado. Garzón, con su trayectoria sindical y política, y Molina, con su estilo confrontativo y sus polémicas declaraciones, buscaron instalar la idea de que ellos representan lo que los santacruceños “necesitan”. Sin embargo, detrás de la foto surge la pregunta inevitable: ¿pueden ser realmente la alternativa que encarne el futuro de la provincia?

La puesta en escena y sus actores

No se trató de un acto aislado. La imagen también intenta arrastrar a otros nombres que orbitan alrededor del poder santacruceño: Pablo Grasso, Pablo González y Alicia Kirchner, todos parte de una estructura que promete reinventarse pero que carga con años de desgaste. La estrategia parece clara: mostrarse como una suerte de “renovación” en un escenario político donde la sociedad reclama respuestas concretas y no más gestos simbólicos.

El trasfondo real

En un contexto donde miles de familias esperan empleo genuino, seguridad, servicios básicos y transparencia en la gestión, vender un abrazo como el inicio de una nueva etapa parece, cuanto menos, un intento de maquillar la realidad. Santa Cruz no necesita abrazos para la foto: necesita obras, inversión, planificación y una dirigencia capaz de dejar de lado intereses personales para priorizar a la gente.

¿El futuro de Santa Cruz?

La pregunta queda flotando: ¿Garzón, Molina, Grasso, González y Alicia Kirchner son verdaderamente el futuro de la provincia? O, por el contrario, ¿representan un reciclaje de las mismas prácticas que llevaron a Santa Cruz a la situación actual? La respuesta no está en una imagen ni en un discurso oportunista, sino en la capacidad de demostrar con hechos que se puede gobernar para transformar. Hasta ahora, lo que se ve es apenas una foto cuidadosamente construida para un relato que no todos están dispuestos a creer.

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