El Presidente reconoció el revés electoral bonaerense, asumió errores y prometió correcciones políticas, pero ratificó que su plan económico sigue intacto. El peronismo, con Axel Kicillof, obtuvo una victoria clara que reconfigura el mapa político de cara a octubre.
El domingo 7 de septiembre de 2025 marcó un punto de inflexión para el gobierno libertario de Javier Milei. Con el 100% del escrutinio ya completo, el Frente Fuerza Patria —liderado por Axel Kicillof— registró una contundente victoria en la provincia de Buenos Aires: 47,3%, frente a 33,8% de La Libertad Avanza, lo que representa una diferencia de casi 13,5 puntos a favor del peronismo . Una elección categórica para el oficialismo, con respaldo masivo en la mayor parte de las secciones electorales de peso poblacional .
Desde el búnker de LLA en Gonnet, Milei expresó reconocimiento de la derrota con un tono sereno: “Sin dudas en el plano político hoy hemos tenido una clara derrota… vamos a corregir todo aquello en lo que nos hayamos equivocado”. Sin embargo, dejó claro: “No se retrocede ni un milímetro en la política de Gobierno”, reafirmando el núcleo de su plan económico: equilibrio fiscal, desregulación, ajuste y apertura .
En su entorno señalaron que la sobreexposición mediática del líder y los escándalos vinculados a su círculo familiar —especialmente los referidos a coimas que involucraron a su hermana y primos Menem— fueron factores que erosionaron apoyo electoral . No obstante, Milei se mantuvo firme, enfatizando la necesidad de “tomar nota” y corregir errores, pero insistió en que su modelo económico no será alterado .
La lectura política e internacional fue contundente: Reuters advirtió que esta derrota pone en jaque la gobernabilidad futura y torna más complicada la estrategia del gobierno hacia octubre . El Financial Times la calificó como un duro golpe al plan reformista liberal y anticipó una reacción negativa en los mercados, con posibles desvalorizaciones de bonos y aumento del riesgo país . AP subrayó que la derrota readapta el tablero político y posiciona a Kicillof como figura clave de oposición .
Kicillof no tardó en enarbolar el triunfo. Definió a Fuerza Patria como “una victoria aplastante”, mientras que Cristina Kirchner, desde su arresto domiciliario, salió al balcón para celebrar junto a sus seguidores . En su discurso, Kicillof calificó el modelo económico oficialista como “especulación financiera” y un sistema “antiproductivo” que destruye el empleo . Fernández, por su parte, interpretó el resultado como “una señal clara: la Argentina necesita recuperar su tejido productivo y no avanzar con frentes que profundizan la desigualdad” .
La ciudadanía también hizo sentir su voz. Con una participación cercana al 61%, más de 13,3 millones de bonaerenses estaban habilitados para votar, renovando 46 diputados y 23 senadores provinciales, además de cargos municipales . Fuerte apoyo peronista en la Primera, Tercera, Segunda, Cuarta, Séptima y Octava secciones electorales, con solo dos secciones —quintas y sextas— donde LLA logró alguna victoria .
El resultado representa un voto castigo claro del electorado contra políticas de ajuste, inflación persistente y cuestionamientos por corrupción . La campaña libertaria, que había finalizado con escaso entusiasmo y apenas 3.000 asistentes, frente al respaldo crítico del peronismo, evidenció el cambio en el ánimo político .
Las consecuencias ya se visualizan: en el plano económico, se espera mayor nerviosismo en los mercados; en lo institucional, la victoria bonaerense complica la proyección del oficialismo al Congreso nacional donde renovará 127 bancas en Diputados y 24 en el Senado el próximo 26 de octubre, sin PASO y con boleta única . En lo simbólico, el discurso de Milei intentó conjugar autocrítica política con inquebrantable ratificación de su modelo económico. Pero al quedar evidenciada la fragilidad política, la pregunta es si podrá revertir la caída, recomponer alianzas y convencer a sectores indecisos, mientras enfrenta un escenario adverso antes del tramo decisivo del año electoral.