19 septiembre, 2025 1:17 am

MILEI BUSCA ACERCARSE A LOS GOBERNADORES, PERO ENCUENTRA DEMORAS EN EL RESPALDO AL PRESUPUESTO 2026

Aun cuando el Ejecutivo propone aumentar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y reactivar el diálogo provincial, varios mandatarios provinciales advierten falta de claridad y moderan su apoyo mientras estudian los detalles del Presupuesto 2026. Lisandro Catalán ya convocó una nueva reunión para destrabar tensiones.

El presidente Javier Milei busca recomponer relaciones con los gobernadores, en particular por las demoras en la adhesión al proyecto de Presupuesto 2026. Aunque se han dado pasos políticos hacia una mayor coordinación, varios mandatarios provinciales expresan cautela: quieren ver los números, entender los detalles de los ATN y asegurarse de que las promesas se concreten.

Una de las principales fuentes de fricciones es la desconfianza respecto al aumento proyectado para los Aportes del Tesoro Nacional. Varios gobernadores opinan que el incremento anunciado no compensa los compromisos previos ni su necesidad de contar con fondos estables para atender servicios esenciales provinciales.

Lisandro Catalán, ministro del Interior, entró en escena para gestionar esta tensión. Tiene en agenda una nueva reunión con mandatarios provinciales para intentar consensuar posiciones y disipar incertidumbres. Parte del desafío es convencerlos de que los términos del Presupuesto 2026 cumplen con lo que se les ha prometido, tanto en dimensión política como financiera.

El proyecto presupuestario, además de los ATN, contiene otras medidas sensibles que serán evaluadas con lupa por las provincias: asignaciones para salud, educación, infraestructura, compensaciones por inflación, entre otros. Los gobernadores observan con atención también las cláusulas de estabilidad fiscal y los mecanismos de ajuste que podrían afectar los recursos provinciales en caso de que los ingresos nacionales no alcancen lo previsto.

Mientras tanto, Milei da señales de flexibilidad discursiva. El Gobierno insiste en que el diálogo con los gobernadores es una prioridad, que entiende que éstos deben sentirse “seguros” de que sus economías provinciales no quedarán desprotegidas. Pero el desafío será traducir esas palabras en acciones concretas y certidumbres palpables.

El escenario muestra un gobierno que ya no puede trabajar sólo desde la macroeconomía y el discurso, sino que deberá gestionar alignados los poderes provinciales si quiere asegurar el apoyo político necesario en el Congreso, y evitar que las demoras o resistencias bloqueen la aprobación del Presupuesto.

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