Durante la apertura de las operaciones financieras de este jueves, los bonos soberanos argentinos denominados en dólares sufrieron fuertes pérdidas, lo que hizo que el riesgo país —medido por el EMBI+ de JP Morgan— se elevara hasta 1.311 puntos básicos, sumando 11 unidades respecto del cierre de la jornada anterior.
La caída que experimentan los títulos Globales se sitúa entre el –1,71 % y el –2,34 %, según el tramo del bono, como reflejo de una ola de ventas e inversores replegando posiciones ante la creciente incertidumbre política.
El motivo central atribuido por los mercados es el nuevo revés legislativo sufrido por el Gobierno: la Cámara de Diputados rechazó los vetos presidenciales sobre las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica. Esa derrota se interpreta como una señal de pérdida de margen del Ejecutivo para imponer su agenda, lo que refuerza las dudas sobre la sustentabilidad del programa económico.
Además, la baja en los bonos se acentúa en este contexto, ya que los inversores descuentan mayor riesgo fiscal, temor a mayores gastos, y menor certidumbre para cumplir compromisos con organismos internacionales.
Este nivel de riesgo país es el más alto observado en varias semanas y marca una señal de alarma: cuanto más alto es este indicador, mayor es el costo que enfrenta el país para financiarse externamente, con el consiguiente impacto en los intereses de su deuda, la percepción de riesgo de los activos argentinos y la presión sobre el tipo de cambio.
