La polémica generada por el brutal hallazgo de tres jóvenes asesinadas en Florencio Varela derivó en acusaciones hacia plataformas digitales por supuestamente haber retransmitido el crimen en directo. En medio del escándalo público, TikTok emitió un comunicado oficial en el que rechaza cualquier vínculo con una transmisión del hecho y asegura no contar con registros asociados a ese contenido.
Según información divulgada por el medio MDZ, las redes sociales comenzaron a acusar que el triple homicidio habría sido transmitido por una red social con alrededor de 45 espectadores. Ante esa versión, TikTok indicó que tras una investigación de su equipo “no hay registro de un video relacionado con este caso en la plataforma”. Además, precisó que su sistema de vigilancia elimina rápidamente materiales violentos mediante una combinación de inteligencia artificial y control humano. Asimismo, la red social manifestó que colaborará con las autoridades bonaerenses para el esclarecimiento del caso y reafirmó su compromiso con evitar la difusión de contenidos violentos en sus plataformas.
El caso conmociona al país: las víctimas, identificadas como Brenda del Castillo (20 años), Morena Verdi (20 años) y Lara Gutiérrez (15 años), habían sido reportadas como desaparecidas luego de asistir a lo que creían sería una fiesta. Cinco días después fueron halladas enterradas en el patio de una vivienda en la localidad de Florencio Varela, con señales de tortura y mutilación. Las primeras líneas de investigación apuntan a una venganza vinculada al narcotráfico, ya que los asesinos intentaron encubrir el hecho con matrículas adulteradas y maniobras para ocultar los cuerpos.
La versión de que la matanza fue transmitida en vivo circuló con fuerza en redes sociales e incluso medios recogieron vídeos y testimonios que afirmaban haber sido testigos. Algunos señalaban que la transmisión se realizó por TikTok; otros, que ocurrió en un grupo cerrado en otra plataforma digital. A raíz de esas denuncias, TikTok salió al cruce para deslindar responsabilidad y afirmar que no existe prueba alguna de que el contenido haya sido publicado en su sitio.
Mientras tanto, la investigación avanzó con detenciones: hasta el momento se encuentran imputados cuatro presuntos autores del triple feminicidio. Los investigadores buscan determinar la planificación del hecho, los motivos del ataque y quiénes fueron los que participaron en todas las etapas, desde la desaparición de las jóvenes hasta la puesta en escena del crimen.
Organizaciones feministas, agrupaciones de derechos humanos y ciudadanos movilizados exigen celeridad en la causa y transparencia en los procedimientos. Al mismo tiempo, se levantan cuestionamientos sobre el rol de las redes sociales en la difusión de violencia extrema y la responsabilidad institucional para monitorear y sancionar contenidos que puedan incitar o exponer crímenes atroces.
El descargo de TikTok, por su parte, busca cerrar aún más el debate en torno a su implicación directa. Pero el caso continúa: las autoridades judiciales deberán determinar si hubo transmisión en alguna plataforma, quién la difundió y bajo qué circunstancias se permitió que un hecho tan violento se propague en redes. En paralelo, la sociedad permanece impactada y exigente, reclamando justicia para Brenda, Morena y Lara, cuya muerte se ha convertido en símbolo de una problemática que trasciende lo criminal para confluir con el debate sobre los límites de la tecnología y la responsabilidad en el mundo digital.