Con la asunción de Nora González y Sergio Acevedo en el Tribunal Superior de Justicia, el gobierno de Claudio Vidal marca un punto de inflexión en la provincia, al avanzar sobre uno de los símbolos más arraigados del poder kirchnerista.
La política santacruceña vivió un hecho de fuerte trascendencia institucional con la incorporación de Nora González y Sergio Acevedo como nuevos integrantes del Tribunal Superior de Justicia. Este movimiento, impulsado por el gobernador Claudio Vidal, representa un golpe directo a más de tres décadas de hegemonía kirchnerista en el Poder Judicial provincial, un terreno donde se gestó y consolidó gran parte del dominio político de la familia Kirchner.
En su mensaje tras la jura de los nuevos magistrados, Vidal no dejó lugar a interpretaciones. “Durante 32 años el kirchnerismo se adueñó de la Justicia y hoy intentan gobernar desde los estrados judiciales lo que no podían sostener en las urnas. Bersanelli no puede querer legislar o pasar por arriba de un gobierno elegido en democracia por el voto popular. No vamos a rendirnos en los cambios. Hoy empieza una nueva etapa”, afirmó con dureza, trazando una línea divisoria entre el pasado y el presente.
El mandatario provincial recordó que la falta de independencia judicial fue, durante años, uno de los reclamos más persistentes de la sociedad santacruceña. “Durante décadas, la gente supo que no tenía justicia. Que los jueces respondían a una sola familia y no a la Constitución. Esa fue la mayor injusticia de nuestra historia reciente”, sostuvo, poniendo en palabras el malestar acumulado de una ciudadanía que veía en la Justicia un engranaje más de la política y no una institución garante de derechos.
La asunción de González y Acevedo no solo es un cambio de nombres, sino el inicio de un proceso que busca devolver legitimidad y confianza a un Poder Judicial atravesado por cuestionamientos. “Hoy empezamos a devolverle a los santacruceños un Poder Judicial que les pertenezca. No más jueces al servicio de la política. No más fallos escritos en una mesa chica. La Justicia vuelve a ser de la gente”, enfatizó Vidal, marcando la dirección de su gobierno en materia institucional.
El paso dado por la Legislatura y el Ejecutivo provincial abre un nuevo capítulo en Santa Cruz. Después de más de tres décadas, la estructura judicial comienza a despegarse de la tutela política que la caracterizó, dando lugar a un escenario en el que se plantea como desafío construir una justicia verdaderamente independiente, con capacidad de responder a las demandas de una sociedad que pide cambios profundos.