El respaldo estadounidense pareció calmar los mercados, pero las últimas encuestas revelan un desgaste político del mandatario argentino.
El respaldo público del expresidente de EE. UU. Donald Trump a Javier Milei generó un impacto simbólico importante y contribuyó a moderar la volatilidad financiera. Según MDZ, el gesto fue interpretado como un “oxígeno” para el oficialismo en momentos de tensión. Trump incluso llegó a elogiar a Milei como un “líder verdaderamente fantástico y poderoso” para Argentina.
Sin embargo, ese impulso externo no ha logrado revertir una tendencia descendente en la imagen del presidente. Estudios recientes muestran que la valoración positiva de Milei cayó al 39 %, mientras que la desaprobación lo supera ampliamente. Según datos de CEOP, su imagen está en su punto más bajo durante su gestión. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, las encuestas detectan una pérdida de respaldo que favorece al gobernador Axel Kicillof.
El efecto del apoyo de Trump fue, entonces, más simbólico que estructural: sirvió para calmar los mercados ante la inestabilidad, pero no ha logrado detener el deterioro de la percepción social. El desafío para Milei en lo inmediato será transformar ese respaldo externo en resultados concretos —económicos, políticos y de gestión— que reviertan la tendencia negativa.