5 octubre, 2025 8:51 pm

EL GIRO DE MILEI: ADMITIR LA DESCONEXIÓN Y APOSTAR AL CAMBIO DE ESTRATEGIA

En su más reciente spot televisivo, el presidente Javier Milei reconoce que “muchos no sienten una mejora” pese a los anuncios oficiales. El mensaje marca un cambio tonal: de la retórica triunfalista a una admisión explícita del desencanto social. Analistas advierten que esta nueva línea responde a la presión electoral, pero cuestionan si será suficiente para recuperar legitimidad.

En un video difundido recientemente, el presidente Javier Milei cambió el guion habitual de su comunicación pública: dejó atrás la épica de los grandes anuncios y adoptó un tono más autocrítico. “Sé que muchos no sienten una mejora”, admitió, a la vez que insistió en que las reformas estructurales tardan en mostrar efectos perceptibles. El spot representa un giro estratégico de campaña: reconocer el malestar social mientras se refuerza la promesa de un cambio profundo.

Este cambio, sin embargo, no es gratuito ni espontáneo. La derrota de su espacio político en las recientes elecciones bonaerenses —con una diferencia de 13 puntos frente al peronismo armado como Frente Patria— sacudió los cimientos de su narrativa de la transformación irreversible. En ese contexto, el Gobierno enfrenta la disyuntiva de persistir en el discurso de “orden fiscal sin excusas” o modularlo para reconectar con un electorado exigente.

¿Qué contiene el nuevo spot?

El mensaje del presidente combina tres líneas centrales:

1. Reconocimiento del desencanto: ese “sé que muchos no sienten una mejora” abre espacio a la realidad cotidiana que el Gobierno había enfatizado como una fase de transición obligada.

2. Justificación técnica: sostiene que las reformas económicas requieren tiempo, que los efectos no se palpan de inmediato, pero que las bases están echadas.

3. Llamado a la perseverancia: invita a no abandonar el rumbo trazado, apelando al esfuerzo colectivo para que los cambios “valgan la pena”.

El contraste es notable frente a spots anteriores, donde predominaban metáforas grandilocuentes sobre “revolución”, “rescate histórico” y “Argentina nueva”. Aquí el eje se desliza hacia la empatía política y el reconocimiento del atraso en las percepciones populares.

Reacciones políticas y críticas

El giro no pasó desapercibido. En la oposición y entre analistas circula el cuestionamiento de si esta estrategia no llega tarde:

Patricia Bullrich sostuvo que, “en marzo estábamos mejor que ahora”, criticando la gestión económica actual.

Victoria Tolosa Paz afirmó que “lo peor todavía no pasó” y acusó al discurso oficial de repetir fórmulas ya vistas.

Economistas como Martín Redrado alertan que la capacidad del Gobierno para contener al dólar dentro de la banda cambiaria será la prueba de fuego de esa recuperación de confianza.

Desde el oficialismo, algunos simpatizantes interpretan el giro como una estrategia inteligente: revelar vulnerabilidades puede humanizar la figura presidencial. Pero otros dentro del mismo espacio critican la concesión discursiva como una rendición prematura ante las dificultades acumuladas.

El contexto económico detrás del spot

El cambio de tono telefónico no surge en el vacío: Argentina atraviesa una coyuntura económica difícil que presiona sensiblemente al Gobierno:

El peso continúa con tendencia depreciatoria, incluso tras intervenciones del Banco Central para contener la escalada.

La brecha cambiaria se mantiene elevada, con múltiples cotizaciones del dólar que alimentan rumores de reformas de emergencia.

La inflación sigue mordiendo el poder adquisitivo, y aunque el Ejecutivo afirma que ya superó lo peor, los ciudadanos perciben estancamiento de salarios y precios persistentes.

Es en este escenario donde el mensaje de Milei aparece como intento de reconectar —aunque tarde— con las expectativas sociales. No obstante, queda por verse si ese reconocimiento simbólico se traducirá en medidas concretas capaces de recomponer la confianza.

¿Basta el giro discursivo para recomponer votos y legitimidad?

Los consultores políticos advierten que admitir el desencanto puede abrir una nueva ventana de credibilidad, pero sólo si va acompañado de hechos. En un país con poca tolerancia a la prórroga del tiempo prometido, los anuncios moderados corren el riesgo de ser percibidos como “más de lo mismo”, versión light.

Para evitar esa trampa, el Gobierno deberá marcar hitos visibles: alivios inmediatos en servicios básicos, medidas que detengan la inflación real, y acciones que no requieran esperar años para palparse. Si no lo logra, el giro comunicacional quedará como un gesto aislado.

Mientras tanto, los votantes observan con cautela. El spot ya marca cambio discursivo, pero la verdadera pregunta es si el relato se traducirá en una nueva sintonía política con la realidad argentina.

Compartir noticia
WhatsApp
Telegram

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio