La divisa norteamericana mantiene presión en un mercado alerta, mientras el Gobierno anuncia medidas para contener la volatilidad cambiaria. Analistas anticipan que la inestabilidad podría prolongarse hasta los comicios.
El dólar oficial se acercó a los $1.500 y superó los $1.550 en las cotizaciones financieras, como MEP y CCL, en los días previos a las elecciones generales. La demanda de divisas se mantiene firme, mientras el Gobierno multiplica anuncios con el objetivo de tranquilizar a los inversores. Entre las medidas más recientes se confirmó un swap con Estados Unidos por 20.000 millones de dólares, de libre disponibilidad, junto con una recompra de deuda, iniciativas que buscan sostener la confianza pero que hasta el momento no lograron contener la volatilidad cambiaria.
Operadores del mercado señalaron que la intervención del Banco Central se ha intensificado en los últimos días. Según el economista Gustavo Ber, “la demanda por cobertura continúa sostenida, y así lo refleja un dólar mayorista por encima de los $1.470 que sólo intercala respiros ante las intervenciones de Bessent, las cuales últimamente ya no logran correr a la demanda privada, sino apenas morigerar el reacomodamiento al alza de la divisa”. Esta situación mantiene la atención sobre si se reforzará la participación del Tesoro de Estados Unidos para evitar que el dólar alcance el techo de la banda y se active un drenaje de reservas por parte del Banco Central, o si se apostará a que aparezca oferta privada.
El escenario financiero refleja ruedas de incertidumbre en las que los inversores buscan protegerse ante la proximidad de los comicios. La combinación de una demanda sostenida de dólares, intervenciones oficiales que apenas amortiguan la suba, y la expectativa por nuevas medidas internacionales mantiene a los mercados en un estado de alerta permanente.