La secretaria de Agricultura norteamericana afirmó que el país comprará “muy poco” por precaución ante la fiebre aftosa, aunque valoró las gestiones del Gobierno argentino.
Estados Unidos confirmó que seguirá adelante con las negociaciones para importar carne vacuna argentina, pero advirtió que las compras serán reducidas debido al riesgo sanitario. “No será mucho lo que compremos”, señaló Brooke Rollins, y agregó que cualquier envío “debe cumplir con los más altos estándares sanitarios y de control de calidad” para proteger “nuestra industria ganadera y la seguridad alimentaria de los consumidores”.
El país norteamericano produce la mayor parte de la carne que consume, por lo que dentro del limitado margen de importaciones “no será mucho lo que compremos a Argentina”. Desde el Gobierno argentino, el Senasa trabaja para demostrar que los envíos provendrán de zonas libres de aftosa sin vacunación, condición indispensable para acceder al mercado estadounidense.
El sector agroexportador celebra la reapertura de las negociaciones, aunque advierte que las condiciones impuestas implicarán un proceso largo y costoso. “El desafío no es solo vender, sino garantizar que cada envío cumpla con las reglas del comprador más exigente del planeta”, resumió una fuente del sector.
