19 diciembre, 2025 9:50 pm

GRASSO CELEBRA SU TRIUNFO EN CALETA OLIVIA MIENTRAS EVITA ENFRENTAR LA REALIDAD DE RÍO GALLEGOS Y GENERA DUDAS

El dirigente Pablo Grasso dedicó su triunfo a Cristina Kirchner y pidió disculpas a la militancia de la capital provincial por su ausencia. La decisión de evitar Río Gallegos genera sospechas sobre un posible tropiezo electoral en la ciudad.

Pablo Grasso, figura central en la reciente contienda política provincial, eligió Caleta Olivia para celebrar lo que él definió como un “gran triunfo”. Pero su festejo no estuvo exento de controversia: pidió disculpas a la militancia de Río Gallegos por no poder estar presente, dejando en evidencia las fisuras en su respaldo político. La ausencia en la capital provincial alimenta las dudas sobre su desempeño en la ciudad, donde su apoyo habría sido mucho más débil que en otros distritos de la provincia.

“Este triunfo se lo quiero dedicar a Cristina”, afirmó Grasso ante los militantes presentes en la Casa de Río Gallegos, ubicada en Caleta Olivia. “Quiero pedir disculpas a la militancia de la capital porque no pude estar presente hoy para festejar este gran triunfo, este esfuerzo tan grande que hemos hecho”, agregó, con un tono que más parecía justificar su estrategia que celebrar la victoria.

Lejos de ser un simple acto protocolar, su presencia en Caleta Olivia y su ausencia en Río Gallegos abren un interrogante incómodo: ¿intentó Grasso evitar mostrar un desempeño electoral debilitado en la capital provincial? Según fuentes políticas locales, la derrota relativa en Río Gallegos habría sido un hecho, y la elección de celebrar en Caleta Olivia busca proyectar fortaleza en un territorio donde el respaldo le resultó más seguro.

Para analistas y dirigentes opositores, las disculpas del dirigente funcionan como un reconocimiento implícito de que no logró consolidar su liderazgo en la ciudad clave. Mientras tanto, la militancia de Río Gallegos mezcla orgullo por el triunfo provincial con frustración y desencanto por la ausencia de su líder en la celebración local, evidenciando un vacío que podría impactar en futuras contiendas.

En definitiva, el acto de festejo en Caleta Olivia mostró un triunfo electoral, pero también dejó al descubierto las grietas en el mapa de apoyo de Grasso. Entre declaraciones cargadas de emoción y ausencias estratégicas, la política provincial expone su cara más cruda: victorias parciales que esconden derrotas locales y un liderazgo que todavía debe demostrar que puede sostenerse en toda la provincia.

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