Durante una serie de controles viales secuestraron “lagartos africanos, marihuana y más de 66 millones de pesos sin documentación”.
Un control realizado en la Ruta Nacional 3 dejó al descubierto una serie de delitos que van desde el tráfico de fauna hasta maniobras ilegales de lavado de dinero y tenencia de estupefacientes. En distintos procedimientos, las fuerzas de seguridad secuestraron “tres lagartos africanos”, incautaron marihuana y descubrieron más de sesenta y seis millones de pesos sin documentación que avale su origen.
El primer episodio sucedió cuando el Escuadrón de Seguridad Vial “Sierra Grande” inspeccionó el interior de un colectivo que transitaba el kilómetro 1.308 con dirección a Comodoro Rivadavia. En la bodega del rodado hallaron una encomienda con botellas que encerraban reptiles vivos: al abrirlas ante testigos, confirmaron la presencia de lagartos de la especie Gecko Cacero Tropical, probablemente provenientes del continente africano. Estas criaturas serán entregadas al organismo de fauna de San Antonio Oeste para su custodia.
En paralelo, la Sección “Arroyo Verde” detuvo un vehículo particular proveniente de Viedma con destino a Puerto Madryn. En el baúl hallaron 25 plantas de cannabis, 12 semillas y 8,30 gramos de marihuana. Estas sustancias quedaron incautadas como parte del operativo.
Horas más tarde, otro control reveló una maniobra financiera sospechosa: en un automóvil que venía de Catriló hacia Comodoro Rivadavia se detectaron 66.260.000 pesos ocultos en distintos compartimentos del rodado, sin respaldo legal alguno. Este hallazgo configura una aparente violación a las leyes de encubrimiento y lavado de activos. El conductor quedó en libertad, pendiente de la causa, por decisión del fiscal interviniente en Rawson.
Los procedimientos desplegados en un mismo corredor vial evidencian una combinación de delitos entre fauna silvestre, narcotráfico y finanzas clandestinas. Que se “rescaten especies exóticas” mientras se incautan estupefacientes y montos millonarios sin respaldo legal obliga a poner la lupa en rutas que funcionan como arterias de tránsito ilícito, y exige mayor coordinación entre organismos de control para evitar que uno de estos crímenes cubra al otro bajo su sombra
