Cristina Fernández de Kirchner cuestionó la estrategia de Axel Kicillof tras la derrota en Buenos Aires, profundizando la crisis interna del peronismo y poniendo en debate su liderazgo.
La ex vicepresidenta difundió un documento en el que responsabiliza directamente al gobernador bonaerense por la derrota electoral y califica como “un error político de graves consecuencias” la decisión de “desdoblar las elecciones”. Según su texto, esa estrategia debilitó al peronismo en su principal bastión y aisló al frente electoral del clima nacional. Cristina busca despegarse del resultado, asegurando que “la responsabilidad de la derrota no recae sobre su figura”.
El documento expuso las tensiones internas entre Kicillof y el núcleo más cercano a la ex mandataria, generando malestar en la gobernación y cuestionamientos sobre la continuidad de funcionarios alineados con CFK. Dirigentes peronistas advirtieron que la situación “pone en riesgo la unidad” y deja al partido “sin un liderazgo claro” para los próximos años.
La derrota en Buenos Aires supone un golpe que va más allá de lo electoral: implica la pérdida del control político sobre un territorio clave. Mientras algunos sectores reclaman renovación, otros buscan mantener la conducción kirchnerista. En este escenario, el peronismo enfrenta el desafío de “redefinir su rumbo en un escenario sin liderazgo indiscutido y con heridas abiertas en su interior”, en un momento que podría marcar el futuro del partido.
