La suba del riesgo país refleja la desconfianza de los mercados y profundiza la tensión económica.
El riesgo país volvió a subir y superó los 1.200 puntos básicos, reflejando la creciente desconfianza de los inversores y la delicada situación económica que atraviesa Argentina.
El salto del indicador se da en medio de tensiones políticas, dudas fiscales y una marcada volatilidad cambiaria, factores que presionan sobre los bonos argentinos y encarecen el acceso al financiamiento externo.
Según operadores financieros, el mercado espera señales más claras sobre el rumbo económico y las próximas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. “Cada punto adicional de riesgo encarece el crédito y aleja las inversiones”, advierten analistas del sector.
La suba del dólar y la baja de los bonos se combinan con un escenario de reservas limitadas y una inflación aún elevada, que afectan de manera directa a las empresas y a los consumidores. Para los sectores productivos, la falta de previsibilidad complica la planificación y pone en riesgo la estabilidad de los precios.
“La recuperación sólo será posible si se logra restablecer la confianza y un marco económico previsible”, coinciden los economistas, mientras el país enfrenta una nueva etapa de incertidumbre financiera.