Un trabajador ruso debía cobrar 581 dólares, pero un error informático hizo que su cuenta bancaria se llenara con 87.000 dólares, el equivalente al sueldo de todos sus compañeros. Al ver el depósito, compró un auto 0 km, se mudó con su familia y decidió no devolver el dinero.
Vladimir Rychagov explicó que, tras consultar en internet, llegó a la conclusión de que si se trataba de un error técnico no estaba obligado a restituirlo. La empresa, en cambio, aseguró que el monto correspondía a los salarios de 34 empleados de otra sucursal y presentó una demanda para recuperar los fondos.
Los tribunales fallaron en su contra, pero el hombre apeló ante el Tribunal Supremo de Rusia y mantiene su posición. Asegura que el depósito figuraba como “salario” y que, por lo tanto, la empresa debe hacerse responsable de sus errores.
Mientras tanto, con sus cuentas congeladas, Rychagov continúa firme: no devolverá el dinero porque está convencido de que el pago fue legítimo.
