El billete paralelo mostró una leve baja este 7 de noviembre, en una jornada de estabilidad cambiaria.
En una rueda de relativa tranquilidad, el dólar blue registró una baja y se ubicó en torno a los $1.415 para la venta, mientras que el oficial promedió los $1.455 en las principales entidades bancarias. La brecha entre ambos se mantiene contenida, lo que genera una sensación de estabilidad luego de semanas de marcada volatilidad.
Especialistas señalan que “el descenso responde a una menor demanda de cobertura y a movimientos puntuales del mercado”, en un contexto donde el Banco Central mantiene su política de intervenciones y control de liquidez. A pesar de que el alivio es moderado, se interpreta como “una señal positiva que podría sostenerse en el corto plazo si no se presentan sobresaltos políticos o financieros”.
El mercado financiero acompañó con un leve repunte de los bonos soberanos en dólares, mientras que las acciones argentinas en el exterior operaron con variaciones mixtas. En tanto, las tasas de interés para depósitos a plazo fijo continúan en retroceso, lo que desalienta el ahorro en pesos y mantiene latente la búsqueda de refugio en moneda extranjera.
Analistas advierten que “la calma cambiaria no debe confundirse con estabilidad macroeconómica”, ya que los factores estructurales que presionan sobre la inflación y el tipo de cambio siguen presentes. Entre ellos, la falta de reservas netas, el déficit fiscal y la baja credibilidad de la moneda local.
El mercado espera nuevas definiciones del equipo económico sobre eventuales ajustes o medidas que puedan marcar el rumbo de las próximas semanas. Por ahora, la expectativa domina el escenario y los operadores coinciden en que “cualquier movimiento político o fiscal puede alterar rápidamente esta aparente quietud”.
