El gobierno venezolano despliega comandos ante lo que califica como amenaza externa.
El presidente ordenó la activación de los Comandos para la Defensa Integral tras la sanción de la normativa que organiza su estructura a nivel nacional, estadal y municipal. La medida, explicaron en el poder oficial, responde a la presencia del portaaviones USS Gerald R. Ford en el Caribe y a lo que consideran un incremento de operaciones militares extranjeras en la región.
La ley define la adscripción de los comandos al Comando Estratégico Operacional y establece formación, coordinación y funciones que incluyen “apoyar las operaciones militares” y “garantizar la continuidad de las actividades productivas y de los servicios públicos”. El texto prevé además la designación de un coordinador general para dirigir las tareas.
En su discurso, Maduro subrayó la disposición a la resistencia: “Si nos tocara como República, como pueblo, ir a la lucha armada… estaremos listos para ganar y para triunfar por el camino del patriotismo y la valentía”, palabras que buscan consolidar una narrativa de defensa nacional y movilización popular.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, acompañó el anuncio y denunció lo que describió como actuaciones de las fuerzas estadounidenses en la zona, afirmando que “a las fuerzas militares de Estados Unidos las están usando como mercenarios para asesinar, para matar”. Paralelamente, la Fuerza Armada inició los ejercicios denominados Soberanía 200, con maniobras y evaluaciones territoriales que, según los mandos, se extenderán durante 48 horas.
La iniciativa mezcla recursos militares y civiles bajo una doctrina oficial de “defensa integral”, y plantea un refuerzo del aparato defensivo en medio de una escalada de tensiones regionales que el Ejecutivo interpreta como amenaza a la soberanía.
