La principal criptomoneda perforó el piso de los US$ 85.000 y acumula una fuerte pérdida desde su máximo histórico.
El mercado cripto atraviesa horas de extrema tensión tras una abrupta corrección en la cotización de Bitcoin, que cayó por debajo de los US$ 85.000 y profundizó un retroceso superior al 33 % desde el récord alcanzado semanas atrás. La brusca caída generó un fuerte impacto entre inversores minoristas e institucionales, que observan con preocupación la aceleración del ciclo bajista.
En las últimas jornadas, “se produjo una ola de ventas masivas” impulsada por grandes operadores que liberaron una importante cantidad de unidades al mercado, aumentando la oferta disponible y presionando a la baja los precios. Ese movimiento desencadenó ventas automáticas y generó un efecto dominó que amplificó el descenso.
A este escenario se suma un contexto económico global adverso para los activos de riesgo, en el que “crece la cautela y se fortalece la búsqueda de posiciones defensivas”. Analistas señalan que el temor a nuevas caídas está reconfigurando las estrategias de inversión, con un aumento de coberturas y salida hacia instrumentos más estables.
La incertidumbre domina la escena. Para muchos especialistas, este retroceso no sólo expone la volatilidad histórica del sector, sino también “la fragilidad del impulso alcista que parecía consolidado” tras los récords recientes. La clave para los próximos días será determinar si Bitcoin encuentra un nuevo piso de contención o si la tendencia bajista continuará con mayor amplitud.
Mientras tanto, el impacto psicológico en el mercado es profundo y vuelve a encender preguntas sobre la sostenibilidad de los valores alcanzados durante el rally previo. Para los inversores, el desafío será atravesar una etapa marcada por movimientos bruscos y decisiones bajo fuerte presión emocional.
