Un giro financiero clave en medio de la tensión económica.
El Tesoro de Estados Unidos confirmó que transfirió 872 millones de dólares a la Argentina destinados al pago de un vencimiento con el Fondo Monetario Internacional, en un movimiento que generó fuerte impacto político y económico.
Según se informó, los fondos fueron canalizados mediante Derechos Especiales de Giro, lo que permitió a Argentina afrontar el vencimiento de comienzos de noviembre y evitar un escenario de incumplimiento.
La operación quedó registrada en los reportes oficiales de ambos países, donde se observó un incremento repentino en la tenencia de DEG de Argentina, acompañado por una disminución equivalente en las reservas norteamericanas.
Analistas financieros interpretaron la maniobra como “una señal de respaldo directo de Washington hacia la Argentina”, en un contexto marcado por la escasez de reservas y el cumplimiento estricto de metas pactadas con el organismo internacional.
El movimiento también habría implicado la activación o ampliación de un acuerdo de intercambio entre ambas naciones para facilitar la utilización de los recursos.
La consultora 1816 estimó que la operatoria generó para Estados Unidos una “ganancia cercana a los 70 millones de dólares”, producto de la diferencia cambiaria obtenida durante la operación.
Más allá del alivio inmediato, especialistas advierten que “las reservas netas del Banco Central continúan en niveles críticos”, y que la distancia respecto de los compromisos establecidos para los próximos meses sigue siendo considerable.
Las cifras estiman que Argentina “aún se encuentra a más de 13.000 millones de dólares de la meta fijada para diciembre de 2025”.
En el plano político, la operación se interpretó como un gesto de apoyo y confianza hacia la actual administración, que enfrenta tensiones sociales y presiones internas por el ajuste fiscal.
Mientras tanto, los mercados observan con atención los próximos pasos del Gobierno y la evolución de las negociaciones futuras con el organismo multilateral.