Daniel Rosato alertó por la caída del consumo y el impacto de las importaciones, y reclamó medidas urgentes para sostener la producción nacional y el empleo.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos, Daniel Rosato, alertó sobre el deterioro del entramado productivo y aseguró que la situación se agrava semana a semana por la caída del consumo y la mayor presión de las importaciones. “Todos los días cierran empresas porque no pueden seguir produciendo”, afirmó, y reclamó una reacción inmediata por parte del Gobierno para evitar más cierres y despidos.
Rosato sostuvo que el deterioro del sector no es una sorpresa. “Sabíamos que en noviembre la situación se iba a agravar”, dijo, y remarcó que, aunque existen rubros puntuales con alguna mejora, el panorama general es negativo. A su juicio, “la mayoría de los sectores han empeorado tanto en producción como en ventas”.
El dirigente detalló que el consumo masivo continúa en retroceso y que ese freno impacta de manera directa en toda la cadena productiva. “El consumo viene cayendo de manera permanente y eso arrastra a todos los sectores”, señaló. En ese marco, advirtió que muchas pequeñas y medianas empresas no logran sostenerse frente a la competencia externa. “No es una decisión voluntaria: cierran porque no pueden seguir produciendo”, subrayó.
En cuanto a la política económica, Rosato cuestionó con dureza la apertura importadora sin medidas de protección para la industria local. “Le bajamos los aranceles a los importadores y no le bajamos los impuestos a los fabricantes nacionales”, planteó. También denunció la falta de interlocución oficial: aseguró que desde el sector solicitaron audiencias con el Ministerio de Economía, pero que aún no obtuvieron respuestas concretas.
El titular de Industriales Pymes Argentinos puso el foco además en la competencia internacional, especialmente con China, a la que describió como un actor con ventajas imposibles de igualar. “China subsidia su producción diez veces más”, afirmó, y sostuvo que ese esquema no solo perjudica a las pymes, sino también a grandes empresas industriales del país. Señaló que el ingreso de acero y de productos manufacturados, como electrodomésticos y autopartes, presiona sobre toda la estructura productiva nacional.
Frente a ese contexto, recordó que Estados Unidos y Europa avanzaron en políticas de protección arancelaria para resguardar a sus industrias y pidió que la Argentina adopte una estrategia similar. “Si no hacemos nada, esto va a tener un costo muy alto que lo vamos a pagar todos los argentinos”, advirtió.
Rosato también mencionó el riesgo de un efecto en cadena: empresas que hoy siguen operando podrían verse comprometidas más adelante si sus principales clientes industriales reducen o frenan la producción. En ese sentido, defendió el rol estratégico del sector: “No se puede sostener un país solo con servicios; la Argentina necesita industria, valor agregado y mano de obra de calidad para mantener el mercado interno”.
Por último, cuestionó que las pymes no sean convocadas a las mesas donde se definen las políticas económicas. “No somos parte de la toma de decisiones”, dijo, y lamentó que las promesas oficiales de mayor diálogo no se hayan traducido en hechos concretos. “Seguimos sin ser escuchados, mientras se profundiza una política que favorece a las importaciones y debilita a la producción nacional”, concluyó.
